Adrián Ortolá, pocos partidos pero mucha solidez

Ser el tercer portero de un equipo es una situación peligrosa, y más si se trata de un conjunto como el FC Barcelona, con dos opciones tan importantes en la portería como Marc-André Ter Stegen y Jasper Cillessen. Si el holandés ya sabe que lo tendrá complicado con el alemán, más lo tiene Adrián Ortolá, que llega a la meta del Camp Nou tras un año cedido en el Alavés.

El valenciano se marchó del filial azulgrana después de convertirse en una referencia en la segunda plantilla barcelonista, y su viaje a Vitoria tampoco le ha reportado demasiadas oportunidades. Fernando Pacheco se convirtió en un obstáculo difícil de superar tras su buen rendimiento con los albiazules, pero el de Jávea demostró que estaba preparado cuando tocaba, algo que deberá tener muy en cuenta en el Camp Nou.

Ortolá fue titular en ocho partido, dos de LaLiga y seis de Copa del Rey. En cinco de ellos se matuvo imbatido, y en uno se cruzó precisamente con el que ahora será su nuevo entrenador. El Athletic de Valverde no logró romper en San Mamés el cerrojo de los hombres de Pellegrino, y ahora contará en sus filas con unos de los artífices de aquel empate sin goles.

Aunque el balance no fue muy positivo en cuanto a participación, si lo fue en cuanto a rendimiento, y ahora deberá esperar o tomar un camino que ya ha elegido Jordi Masip. Sólo el tiempo dirá si su decisión ha sido acertada y acaba triunfando como azulgrana. Toca esperar.

Un plan para la portería

Lo que ya sabe Adrián Ortolá desde su vuelta al FC Barcelona es que aunque no le regalaran nada, tampoco le van a dejar enterrado en el banquillo. El guardameta estará a caballo entre el filial y el primer equipo, disponible para cuando Ter Stegen y Cillessen necesiten un descanso.

Mientras tanto, la lucha entre el alemán y el holandés promete ser interesante, y es que el ex del Ajax aseguró que se veía capacitado para disputarle el puesto al reciente ganador de la Copa Confederaciones. El de Mönchengladbach no se va a relajar, y volverá al equipo con ganas de continuar siendo importante en uno de los mejores momentos de forma de su carrera.