Apacible goleada del Real Madrid sobre el Legia (5-1)

No puede decirse que tuviera esta noche un partido difícil el Real Madrid de Zinedine Zidane. Un encuentro que era más noticia por las polémicas creadas entre la afición blanca y la de Legia de Varsovia en los prolegómenos del partido que por lo que se jugaba realmente en el Santiago Bernabéu. Y es que el estadio madridista presenciaba un duelo ante, posiblemente, uno de los peores equipos de la UEFA Champions League 2016-2017.

Un Legia que sorprendió en los primeros minutos de juego, creando varias ocasiones e incluso mandando un balón al palo, pero que se diluyó ante el equipo que tenía en frente. Y no fue por el juego efectuado por los merengues, dado que tuvieron otro de esos partidos grises que les acompañan desde que "Zizou" esta al cargo, sino que la calidad individual de los locales bastó para finiquitar el partido con goleada. 

La que abrió un Gareth Bale que ya gana galones por delante de CR7. El galés recibió en la derecha, se centró y colocó un chut imparable para Malarz. Con un inoperante Cristiano en ataque, que ralentizaba el juego por sus imprecisiones, tuvo que ser Marcelo el que colocaba el segundo después de un afortunado chut que pegó en un rival y despistó al guardameta. Pero los visitantes pondrían el miedo en el cuerpo tras aprovechar un regalo de Danilo en forma de penalti. Radovic lo materializaba y dejaba el momentáneo dos a uno en el marcado.

Sin embargo, pasada la media hora aparecería Marco Asensio para poner el tercero y acabar con la rebeldía mostrada por los polacos, que tuvieron otras dos claras que salvó Keylor Navas. En el segundo tiempo Ronaldo seguía deambulando por el campo y en una de estas se ganaba la amarilla, tras una tonta falta producto de la impotencia. Sin noticias suyas en ataque era el gallego Lucas Vázquez el que ponía el cuarto en lo que ya era un partido infausto.

Había sido Morata el que asistía al atacante blanco. Volvería a ser el delantero el protagonista en el quinto y último de la noche. El madrileño se hacía con un balón dentro del área para acabar anotando por el palo corto. Esa fue la última acción destacada de un choque que no pasará a la historia y donde en algún momento del mismo incluso se oyó algún que otro silbido.