El Barça vuelve a ser efectivo con una delantera sin puntas

Con rotaciones y con más goles que brillantez, el Barça ha solucionado un nuevo enfrentamiento liguero con una victoria en casa frente al Eibar. Los cambios en el once, junto a los descartes en la convocatoria y las lesiones, han provocado que no hubiera ningún delantero centro nato en la alineación, pero los catalanes no se han resentido en ningún momento.

A pesar de tener a Paco Alcácer en la grada y a Luis Suárez en el banquillo, Ernesto Valverde ha demostrado que su equipo no necesita rematadores para ser contundente, y que con dársela a Leo Messi a veces no hace falta nada más. Hacía mucho tiempo que los azulgrana no presentaban un once que apostara de manera tan clara por el '10' como referencia, y su buen funcionamiento es debido a varios motivos.

El primero y más claro es que el nuevo sistema no depende tanto de un '9' puro, sino de que los movimientos entre los futbolistas generen espacios que pueda aprovechar el argentino, que goza de máxima libertad para moverse. Esto es más sencillo con piezas como Gerard Deulofeu y Denis Suárez, que no cierran tanto hacia el área y liberan más vías de entrada en la defensa contraria.

Además, en el caso del Eibar, la movilidad de Paulinho ha sido clave para desconcertar a los zagueros rivales, puesto que el brasileño arrancaba desde la media pero se ha incrustado en varias ocasiones en zonas muy profundas del ataque, haciendo que los adversarios retrocedieran metros y permitiendo que desde atrás saliera el balón con más facilidad.

Suárez, ¿en duda?

Si en los últimos días ya se había discutido su bajo rendimiento, el descanso que Ernesto Valverde ha dado a Luis Suárez también puede haber contribuido a las dudas sobre el uruguayo. Después de un tiempo en el que había sido clave en el funcionamiento del equipo por su capacidad en la presión y su utilidad a la hora de fijar defensas, su tarea ha perdido algo de valor con el nuevo sistema, y más aún con los goles que le ha costado su falta de adaptación. Habrá que esperar al próximo fin de semana para ver si el de Salto vuelve al once, y si es capaz de recuperar su temible olfato en un derbi catalán de estreno en Primera.