ALERTA PARA EL FC BARCELONA
Bucle peligroso para el Barça por culpa de los árbitros
Publicación:10/02/2017 - 00:01h
Actualización:10/02/2017 - 10:52h
Los jugadores del FC Barcelona parecen haber entrado en un bucle peligroso por culpa de los malos arbitrajes que han ido recibiendo a lo largo de los últimos tiempos. Decisiones injustas, protestas y luego tarjetas y sanciones para ellos mismos
La sanción recibida por Luis Suárez es tan sólo la confirmación de que, paradójicamente, pese a los malos arbitrajes que está recibiendo el FC Barcelona en los últimos tiempos sus jugadores están "obligados" a mantener la boca cerrada y a controlarse ante las injusticias habidas y por haber.
Luis Suárez fue expulsado de forma injusta contra el Atlético en el Camp Nou -la primera tarjeta, más que rigurosa-, y su "acto de rebeldía" al no querer marcharse directamente a los vestuarios y presenciar desde la escalerilla del túnel los minutos finales de la eliminatoria, en comunión a sus críticas posteriores a Gil Manzano, le han acarreado dos partidos de sanción.
Gerard Piqué y Neymar, dos casos más de "censura" arbitral
Y es que da la sensación de que, aunque los jugadores culés sean objeto de mal arbitraje, si se quejan todavía es peor. Gerard Piqué fue el primero hace unas semanas y fue denunciado por el Comité Técnico de Árbitros al Comité de Competición, sin que por fortuna haya trascendido de momento ninguna sanción para el central catalán.
Otro caso palpable es el de Neymar Jr, que se perdió la vuelta de semifinales de Copa del Rey por acumulación de tarjetas en el torneo. "Ney" no es un jugador violento, y dichas tarjetas fueron recibidas por sus protestas sobre el campo y, en el Calderón, por una falta aislada que además era la primera que realizaba en todo el encuentro.
Leo Messi, un experto en estas cuestiones
Leo Messi ya pareció advertir a Luis Suárez el pasado martes tras el partido, con un gesto que al principio pasó desapercibido pero que luego se hizo viral en las redes. Con rostro serio, dijo que no con la cabeza al charrúa.
El argentino, principal objetivo desde hace más de una década de todo tipo de faltas, entradas duras y agarrones, sabe que no sirve de nada quejarse o mostrar signos de desaprobación con las decisiones arbitrales. No, porque es un bucle. Y cuando entras en él, tienes que tener la sangre fría suficiente como para poder salir... Aunque sea totalmente injusto.
