El divertido desafío del FC Barcelona a Philippe Coutinho

Todavía tiene mucho recorrido a nivel deportivo, pero Philippe Coutinho ha dado en unos meses una buena muestra de que apunta a ser un gran fichaje para el FC Barcelona. Tanto a nivel futbolístico como personal, el brasileño está avanzando mucho, y en el vestuario están encantados con su presencia.

A pesar de haber llegado con la temporada empezada, sus sensaciones sobre el césped mejoran con la acumulación de minutos, aunque se muere de ganas de vestirse de azulgrana para un compromiso de Champions. De momento, tendrá que esperar, pero en la próxima campaña se convertirá, sin lugar a dudas, en uno de los mejores argumentos de los culés.

El desafío de toques del Barça a Coutinho

Antes de que el de Río de Janeiro se marchara con su selección, los medios oficiales del club le propusieron un reto, algo que el futbolista aceptó encantado. Vestido de corto y sobre el césped del Camp Nou, el centrocampista encontró tres cajas, con tres tipos de pelotas dentro con las que debía hacer varios toques.

Tras mostrar una leve sonrisa y admitir que no iba a ser fácil, empezó primero con la de ping-pong, con la que alcanzó 33 repeticiones. Peor se le dio la de rugby, en la que se frenó en 7. Por último, hizo 38 con la de tenis, con la que se permitió algunos lujos e incluso fue cambiando de pie. Cou se adapta a lo que le echen.

Coutinho, un jugador de equipo

Tanto en sus apariciones con el Barça como con la 'seleçao', el ex del Liverpool ha dejado claro que es un hombre de equipo, poniendo siempre al colectivo por encima de sus intereses individuales. Su capacidad de sacrificio y su responsabilidad han impresionado a los técnicos, que esperan mucho del que, a fin de cuentas, es el fichaje más caro de la historia del club.

Pero su carácter tranquilo y el 'perfil bajo' que muchos indicaron que tenía, son sin duda la clave de su éxito, para no agobiarse con presiones externas y empezar a tirar del carro. Los azulgrana se han hecho con un líder que no necesita alzar la voz, porque le basta con su rendimiento para convencer a todos.