El Barça acabó con la maldición del campeón del Mundialito

El conjunto azulgrana le puso, con la goleada ante el Betis, punto y final a una tradición que le venía acompañando desde que disputó su primer Mundial de Clubes allá por 2006 con Frank Rijkaard. No había ganado su primer partido tras el torneo desde entonces

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Con la goleada por cuatro a cero del FC Barcelona sobre el Betis en la decimoséptima jornada de la Liga BBVA 2015-2016, el conjunto blaugrana puso fin a una "maldición" que le llevaba acompañando desde que disputó su primer torneo mundialista en 2006. Y es que los azulgranas habían empatado su primer partido después de jugar dicho torneo mundial siempre que lo han jugado.

Desde que la famosa Copa Intercontinental pasase a llamarse Mundial de Clubes FIFA y cambiase todo el torneo, el FC Barcelona había disputado dicha competición tres veces con el mismo resultado tras acabar de jugarse sus partidos hasta el miércoles pasado. El conjunto blaugrana había empatado siempre que había estado expuesto a los enfrentamientos ante los mejores equipos del mundo.

Primero había sido el Atlético de Madrid el que se aprovechara de esa condición, para empatar en el Camp Nou uno a uno. Los rojiblancos fueron los primeros que provaron las suertes de los azulgranas con respecto a su vuelta de tierras lejanas, donde en ese momento sólo pudieron conseguir ser finalistas de un Mundial que se acabó llevando el Internacional brasileño.

Ya con el sextete de Pep Guardiola consumado, la ingesta de todos los laureles también le sentaron mal al equipo. En ese 2009, los azulgranas volverían a empatar en casa ante el Villarreal. Un partido que sirvió para ofrecer al público azulgrana todos los trofeso conseguidos en ese año mágico se truncó debido al juego exhibido por los catalanes en su propio estadio.

Pero no contentos con ello, en el mismo 2011 también volvería a repetirse el guió de años anteriores. En esta ocasión sería frente al Espanyol, en Cornellà-El Prat donde los blaugranas volverían a empatar a uno ante sus archienemigos. Resultados, los del empate, que venían acompañando a los culés hasta que los hombres de Luis Enrique volvieron a cambiar la historia para seguir triunfando.