Un esperpento defensivo del Sevilla resucita a un gran Madrid

Llegaba el Sevilla al Santiago Bernabéu empatado a puntos con el Real Madrid y amenazando su plaza a pocos días de la celebración del Mundialito, pero lo que se vio en el coliseo blanco fue un conjunto muy hambriento y otro con una defensa de chiste. Apenas 45 minutos bastaron a los locales para descoser a su rival y apuntarse una 'manita' que sube la moral en el último partido liguero antes del Clásico.

Ni 20 segundos tardaron los hombres de Zinedine Zidane en forzar el primer córner, y cuando el reloj marcaba 2 minutos y 10 segundos fue Nacho el que apuntó el gol más rápido de su equipo en lo que va de temporada. La pasividad en la zaga andaluza, que regaló un rechace al central y le dejó controlar, pensar y disparar en el área pequeña, no era más de un presagio de lo que estaba por venir.

Porque se levantaron los hispalenses de su pésimo inicio, pero lo que llegó fue poco más que un espejismo. Los de José Ernesto Marcucci empezaron a dominar a su rival, y todo el acierto ofensivo que les faltó se lo quedaron los de casa. Media arrancada de Marco Asensio sirvió para desgarrar de nuevo la defensa y dejar a Cristiano Ronaldo sólo frente a Sergio Rico. El Balón de Oro no perdonó y allí murió el Sevilla.

Lo que se vio entonces fue una lluvia de llegadas contra un equipo desordenado y desconectado atrás en uno de los peores partidos que se le recuerda. Tiró de efectividad el Real Madrid en sus primeros remates, pero tras el doblete de Cristiano, y los goles de Toni Kroos y Achraf Hakimi perdonó un resultado incluso mayor.

Mundial y Clásico

Con el duelo resuelto en apenas 42 minuto Zinedine Zidane se permitió el lujo de rotar y justificar sus males con el mejor encuentro en lo que va de curso para los suyos. La segunda mitad no tuvo historia, con los 'merengues' rondando el gol y el Sevilla víctima de su propia impotencia. El Real Madrid se olvida de LaLiga y se marcha al Mundial de Clubs. De vuelta, tocará Clásico.