La pañolada del madridismo por el arbitraje quedó diluida

En las redes sociales y los foros de los principales medios de comunicación, quedó comprobado desde el pasado domingo que el madridismo estaba indignado, en líneas generales, por el arbitraje contra el FC Barcelona en el Camp Nou.

Más allá de que los de Zidane se marcharon con un botín de 1-3 que prácticamente sentenciaba a su favor la Supercopa de España, la expulsión y posterior sanción de cinco partidos a Cristiano Ronaldo enervaron al madridismo hasta tal punto que, según varios medios de comunicación, se estaba preparando una pañolada masiva contra el Barça y el arbitraje de cara a este miércoles.

En el minuto 7 -el dorsal de Cristiano Ronaldo-, el público merengue pretendía mostrar su disconformidad con las decisiones arbitrales, en señal de protesta por el arbitraje del colegiado De Burgos Bengoetxea hace apenas unos días en el santuario azulgrana.

El gol de Asensio distrajo al madridismo

Sin embargo, el golazo de Marco Asensio en el minuto 4 de partido, y su posterior celebración, distrajo lo suficiente a la afición del Real Madrid como para no acordarse de la pañolada, que fue mínima en el santuario merengue.

José María Sánchez Martínez fue el árbitro encargado de dirigir el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu, y su actuación fue más o menos aceptable, lo que en parte también contribuyó a minimizar una polémica que tampoco debería existir.

Porque, más allá de que el árbitro podría haberse ahorrado la segunda amarilla a Cristiano en el Camp Nou, el luso no habría sido expulsado si no se hubiese quitado la camiseta para mostrar músculo en la celebración de su gol al FC Barcelona, de la misma manera que no habría sido sancionado con cinco partidos en caso de no haber empujado al colegiado De Burgos Bengoetxea justo después de que éste le expulsara. Causa-efecto.