Levante, 1 - Real Madrid, 3
El Real Madrid sufrió para ganarle al colista de Liga (1-3)
Publicación:2/03/2016 - 22:54h
Actualización:3/03/2016 - 12:47h
El Levante UD puso contra las cuerdas en diversos momentos del partido a un Real Madrid que sigue sin levantarse de sus últimos varapalos. Un equipo sin alma, y en el que varios de sus futbolistas deambulan por el verde, que se salvó gracias a dos acciones aisladas
El Real Madrid salió al Ciutat de València como lo haría cualquier equipo pequeño de mitad de la tabla. Arropado atrás, sin asumir riesgos y siendo claramente dominado por un Levante UD que necesitaba la victoria como agua de mayo para salir de la última posición donde está instalado, con veinte puntos. La desesperación blanca era tal, que a su estrella Cristiano Ronaldo se le volvieron a cruzar los cables. El portugués agredió en la cara al futbolista Orbán sin balón por el medio, mereciéndose una expulsión que no llegó.
Enésimo acto de cobardía de un CR7 que paga a base de golpes e infracciones su impotencia y bajo nivel, todo con la complicidad arbitral. Después de esto, Lucas Vázquez se internaba en la banda derecha y acababa por los suelos ante el mismo Orbán, en una dudosa acción. El colegiado pitó penalti y sería Cristiano el encargado en materializarlos y poner por delante a los suyos.
Tras el tanto, y con el Levante grogui, otra acción aislada en el ataque madridista dio con el balón sobre un Borja Mayoral cuyo chut se estampaba en el palo derecho de Mariño, que no podía hacer nada para evitar que el rechace le golpease y acabase entrando. Sin apenas haber hecho ni merecido nada, los blancos parecían felices con un cero a dos para irse al vestuario. Sin embargo, Deyverson hizo justicia y aprovechó un rechace dentro del área para recortar distancias en el 43.
A la vuelta del descanso, el aluvión valenciano fue considerable. Rossi, Morales y el mismo Deyberson lo intentaban de todas las maneras pero no había manera de batir a un Keylor Navas inconmensurable. Partidazo del costarricense que volvía a salvarle los muebles a los suyos. Y cuando más se acercaron y tuvieron el gol los locales tras la entrada de Rubén y Víctor, llegó el gol a la contra de Isco Alarcón para colocar un definitivo, a la par que injusto, uno a tres en el luminoso.