Arthur y Arturo: la pelea por un puesto al lado de Rakitic y 'Busi'

En la presente temporada, a diferencia de la anterior, Ernesto Valverde tomó la decisión de volver a utilizar el sistema de juego basado en el 4-3-3, muy empleado en el equipo culé en las últimas décadas. En él, dos de los centrocampistas llevan tiempo siendo intocables -Sergio Busquets e Ivan Rakitic- pero el tercer puesto no está tan claro.

En el inicio de la temporada, el tercer centrocampista empezó siendo Philippe Coutinho, pero el Txingurri no tardó en ver que prefería al brasileño jugando en la delantera, pegado a la banda. Por ello, tuvo que tirar de uno de los fichajes del pasado verano: Arthur Melo. Y el joven mediocentro no defraudó y ofreció un gran nivel.

El ex del Grémio  de Porto Alegre evidenció, en pocos partidos como titular, que su fichaje fue un gran acierto. Con apenas 22 años de edad, Arthur mostraba la serenidad de un veterano y unos movimientos que recordaban mucho al mítico Xavi Hernández. Pronto se ganó los elogios de la prensa y el aprecio del barcelonismo, que se rendía a sus pies.

No obstante, hubo un partido que lo cambió todo: el de Liga disputado en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid. Arthur sufrió una lesión muscular y, en los siguientes partidos, Valverde apostó por Arturo Vidal. El chileno, con una larga trayectoria en la espalda, no desaprovechó la oportunidad de brillar y de maravillar por su despliegue y trabajo.

Con el paso de las semanas, Arthur se recuperó de la lesión, pero en los últimos partidos, en los que el brasileño ha sido convocado, no ha logrado quitarle el sitio al chileno. Arturo Vidal ha hecho muy bien su trabajo y volver a arrebatarle el sitio no será nada sencillo. De cara a 2019, se espera una gran pelea por el puesto.

Arthur y Arturo, cada cual con sus armas

Arthur y Arturo Vidal son dos jugadores de un nivel espectacular, pero muy distintos en cuanto a perfil de juego. El brasileño es un jugador que asegura control, ya que no pierda casi ningún balón y hace circular el balón de forma limpia y rápida en un estilo que encaja a la perfección con la filosofía culé. El chileno, por su parte, es todo lo contrario: despliegue puro, presión y llegada, ofreciendo presencia decisiva en las dos áreas. Dos jugadorazos con virtudes muy distintas pero con mucho nivel. ¿Quién ganará la batalla?