El frenético ritmo de vida de Pep Guardiola en Manchester

Quienes estuvieron a sus órdenes durante las cuatro temporadas que entrenó al FC Barcelona saben bien que Pep Guardiola, que en su primer año lo ganó todo con el conjunto azulgrana como entrenador, es una persona metódica y obsesiva con su trabajo, siempre en busca de la mejora sustancial y de exprimir al máximo todas las opciones posibles.

Pide sacrificio a sus jugadores y les impone estrictas normas de vestuario, pero el de Santpedor es también el primero que se sacrifica por los demás. Según desveló el mismo Guardiola hace escasamente unas semanas, su vida en Manchester es de lo más frenética, aunque de momento no ha tenido demasiado tiempo para hacer "turismo". "Paso largas horas en la ciudad deportiva, y luego voy directamente a casa", comentó Pep.

El técnico catalán ha convertido la City Football Academy en un santuario, barajando en su mente conceptos tácticos, estrategias y puntos de mejora de manera constante incluso cuando las sesiones de entrenamiento ya han terminado y es la hora de marcharse a descansar.

En vez de haberse marchado a vivir a zonas de la periferia de Manchester para estar más tranquilo y alejado del mundanal ruido, Guardiola ha preferido instalarse en el centro de Manchester, estando así más cerca de la ciudad deportiva.

Podría decirse que el vestuario se ha convertido en su otra morada, analizando a contrincantes conjuntamente con sus jugadores y exprimiendo ideas de juego colectivo. Sus normas con los jugadores van desde la correcta alimentación, comer en las instalaciones deportivas del club o la puntualidad, aunque para nada ejerce de "teniente" con la plantilla.

"Es una persona muy cercana", destacó Gerard Deulofeu hace unos días en una entrevista concedida desde Inglaterra, después de haber tenido a Guardiola como técnico en el FC Barcelona. Ahora, el técnico más querido por el barcelonismo regresa al Camp Nou, su antigua casa, y quizá lo haga para irse a dormir el miércoles con pesadillas. Leo Messi puede acabar teniendo gran culpa de ello... Aunque habrá que verlo.