La confesión más sincera de Juan Miranda tras una gran noche en el Camp Nou

Tras resolver con solvencia sus últimos desafíos en la Champions y LaLiga, el FC Barcelona repitió victoria en la Copa del Rey, en la que selló el pase a octavos de final tras ganar de nuevo a la Cultural Leonesa. Con un calendario muy apretado y las lesiones como enemigo a tener en cuenta, los catalanes apostaron por las rotaciones, que abrieron la puerta a varios canteranos.

Chumi, Juan Miranda y Oriol Busquets estuvieron en el once inicial, y además, tras el descanso debutó Riqui Puig en partido oficial del primer equipo. Todos ellos dejaron grandes sensaciones en el Camp Nou, que aplaudió a rabiar a varias promesas que están destinadas a tomar las riendas en un futuro no muy lejano. Pese a todo, de momento tiran de paciencia.

Así lo indicó el sevillano en las entrevistas posteriores al encuentro, en las que también confesó haber "disfrutado como un niño". En la ida en el Reino de León, el de Olivares ya tuvo minutos, con el objetivo de dar un descanso necesario a Jordi Alba y de completar, paso a paso, su integración con los 'mayores', con los que sigue entrenando -y ahora jugando- de forma habitual.

El andaluz destacó la solidez de los suyos en una eliminatoria que llegaba a la Ciudad Condal con un resultado demasiado corto, y a pesar de su gran rendimiento con un ilusionante despliegue en la banda izquierda, prefirió tomárselo con calma: "Estoy muy agradecido al míster y tengo que aprovechar estas oportunidades, pero tengo claro que mi equipo es el Barça B".

En la misma línea, Miranda se 'mojó' sobre otro de los protagonistas, un compañero del que subrayó unas cualidades que luce tanto cuando juega en el filial como cuando lo hace en el primer equipo. "Riqui tiene una calidad estupenda y siempre que sale da gusto verlo jugar", apuntó el zaguero, que señaló que ya no le sorprende verle triunfar sobre el césped.

Ernesto Valverde acierta con las rotaciones en la Copa del Rey

Otro de los grandes triunfadores de la Copa fue, sin duda, Ernesto Valverde, que acertó en todas sus decisiones sobre las rotaciones y atinó en el reparto de descansos y oportunidades. El Txingurri logró dar algunos minutos libres a los futbolistas más exigidos y regaló un espacio que aprovecharon tanto los menos habituales como los jóvenes. El próximo reto es seguir aplicándolo en Liga y Champions, y no dejarlo únicamente como una anécdota puntual.