Ganar la final de la Copa no puede ser un salvavidas

Puede que los aficionados estemos malacostumbrados, que no seamos conscientes de la excepcionalidad de lograr títulos cada temporada y que no recordemos que, no hace muchos años, el Barça a duras penas era capaz de arrebatarle un título al eterno rival. Sea como sea, el caso es que el Barça cuenta actualmente con la mejor generación de futbolistas que ha tenido en toda su historia, y su base es la misma que ha conseguido más de veinte títulos en el último lustro.

Por ese motivo, el hecho de conseguir una irrisoria Copa del Rey no salvará la mala imagen que ha mostrado el equipo en este último tramo de curso, rompiendo la racha de seis campañas consecutivas accediendo a semifinales de Champions League y perdiendo prácticamente la Liga contra equipos como Granada o Valladolid, que actualmente luchan por la permanencia en Primera División. 

Más allá de los decepcionantes resultados, la actitud de varios futbolistas es también otro de los motivos de queja, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos se encuentran en la edad ideal para desarrollar su mejor fútbol. El "Tata" Martino ha sido incapaz de motivarles y sacarles jugo, optando además por un estilo de juego mucho más descontrolado que el de los últimos años y dando lugar a un equipo muy débil en defensa y con la pólvora mojada en ataque. 

Si finalmente no se gana la Liga, el hecho de ganar la Copa del Rey seguirá siendo un auténtico fracaso para los aficionados, y también para los jugadores. La directiva ha hecho mal su trabajo, ha abandonado totalmente a un equipo que necesita renovarse con caras nuevas y ha dañado seriamente la imagen del club, perjudicando económica y deportivamente sus intereses.

Por todo ello, la Copa no será ni mucho menos un salvavidas para Bartomeu, Zubizarreta, Martino y compañía. Y lo que es peor. Como se pierda y no se gane ningún título importante este curso, toda la junta directiva y el cuerpo técnico deberán salir en globo del Camp Nou. Se necesitan cambios profundos y estructurales para que el FC Barcelona, placer e ilusión de muchos, recupere en la campaña 2014-15 la senda del éxito. El fin de ciclo puede dar lugar al nacimiento de otro.