El dato más esperanzador para el FC Barcelona en la adaptación de Boateng

El FC Barcelona ha tenido mucho trabajo en el mercado de fichajes de invierno, y ha reclutado a varios jugadores para luchar con menos agobios por los títulos de la temporada. Un defensa central y un atacante para resolver problemas de lesiones y bajas en la plantilla, aunque con muy pocos meses por delante para justificar unas incorporaciones que deben aportar rendimiento de inmediato.

En este sentido, en la Ciudad Condal se respira optimismo en relación al último en llegar, Kevin-Prince Boateng. Su debut en el Ramón Sánchez Pizjuán, en el que jugó cerca de una hora y con apenas un entrenamiento a sus espaldas, no dejó espacio para demasiadas conclusiones, pero los técnicos del primer equipo sí han tomado nota en las sesiones en las que han observado al ghanés.

Hay un dato en concreto que gusta mucho en el conjunto catalán, y es que el crack no está pasando apuros en un examen tan exigente como los rondos. El ejercicio estrella de los entrenamientos culés pone a prueba virtudes tan necesarias como la velocidad de pensamiento y ejecución, y el de Berlín las está pasando todas con nota, ya que se le ve preciso y confiado y con una naturalidad que incluso le ha llevado a dejar algunos lujos.

Este detalle es importante porque al tratarse de un futbolista que llega en buen estado físico y que ha encajado sin problemas en el vestuario, sólo queda pulir conceptos tácticos para completar su adaptación. Cuanto antes se acostumbre al fútbol del Barça, antes podrá aportar su granito de arena en el camino hacia los trofeos del curso, una misión exigente como pocas que le va a tener bajo la lupa en el Camp Nou.

Y es que más allá de unos goles que están bien repartidos, de Boateng se espera que encaje rápido para sumar en ataque, ya sea aportando tantos y asistencias como fijando defensas y abriendo juego para sus compañeros. Esta última misión, precisamente, fue la que el recién llegado reveló que le había encomendado Ernesto Valverde en Sevilla, una que espera pronto volver a repetir con algo más de acierto y con un protagonismo creciente. Ganas no le van a faltar.

La adaptación de Murillo al Barça, más complicada que la de Boateng

Cabe destacar también en relación a este acomodo en el club, que la adaptación de Jeison Murillo es más difícil que la de Boateng, por la exigencia que supone el eje de la defensa en relación al ataque. Un error en la retaguardia puede costar un gol en contra, mientras que uno arriba siempre da algo más de margen para poder recuperar el balón y volverlo a intentar. Ambos tienen trabajo por hacer, y todos pondrán de su parte para que lo hagan cuanto antes.

Es por eso que Valverde optó por prescindir del colombiano en la última cita liguera, en la que prefirió la veteranía de Thomas Vermaelen. El belga ya ha demostrado de sobra que puede cumplir si el físico se lo permite, y sus años en el equipo han hecho que no necesite ajustes ni consejos cuando se trata de saltar al campo y rendir. Los nuevos pueden tomar ejemplo del central.