Los aciertos de Setién en el Barça y lo que aún debe mejorar

Quique Setién llegó al FC Barcelona hace ya unos meses, y está decidido a guiar al equipo en la lucha por los títulos. El cántabro aterrizó en el Camp Nou tras la derrota en la Supercopa de España y el precipitado adiós de Ernesto Valverde, y encajó un golpe duro en la Copa del Rey. Pese a ello, no piensa rendirse en LaLiga y la Champions y pretende enderezar un proyecto que afrontará cambios importantes en el verano 2020.

El de Santander se encuentra todavía en periodo de prueba, ahora con malos aires tras algunos resultados dolorosos. A los culés no les gustó el atasco contra el Napoli en San Paolo pese a que el 1-1 es relativamente positivo para la eliminatoria, y mucho menos un tropiezo en el Clásico del Santiago Bernabéu en el que se perdonó a un Real Madrid tocado y se le concedió el liderato en el campeonato de la regularidad.

En el complicado desafío que el míster se atrevió a aceptar hay aciertos y tareas pendientes que debe esforzarse en resolver cuanto antes. Es cierto que desde su llegada ha habido algunos cambios para bien en la plantilla, pero también lo es que el vestuario es consciente de que aún queda mucho camino por recorrer. Estos son los puntos en los que habrá que incidir para recuperar la alegría barcelonista:

Los aciertos de Setién

La presión tras pérdida

Aunque el análisis de Éric Abidal estaba algo fuera de lugar, el secretario técnico sí acertó cuando dijo que el desgaste entre Valverde y el equipo había pasado factura. Una de las cuestiones más visibles desde la llegada desde Setién es que los azulgrana han vuelto a aplicarse en la presión tras pérdida, un factor que ha ayudado mucho en los últimos tiempos y que con el extremeño había quedado prácticamente en el olvido. Aún falta ordenar la presión y evitar los desajustes que se producen de tanto en tanto, pero esta vuelve a ser una prometedora seña de identidad.

El gusto por la posesión

Entrenadores como Luis Enrique o el propio Valverde habían concedido algo de posición a cambio de tener más espacios para atacar a los rivales, pero el recién llegado insiste en que las ocasiones se construyen sacando el balón desde la defensa. Este es otro punto clave que le diferencia del ex del Bilbao, y con ajustes como darle mucho protagonismo a Marc-André ter Stegen está intentando evitar que los oponentes se encierren y bloqueen su sala de máquinas, a la que insiste constantemente en reactivar

Más claridad en la autoexigencia

Una de las ventajas de acabar de llegar es que la comunicación no está tan desgastada, por lo que Setién ha optado por ser muy claro. Valverde prefería resolver las diferencias de puertas hacia adentro, pero el ex del Real Betis no se ha escondido cuando ha tenido que dar algún toque de atención. Avisó a Arturo Vidal que le tocaría ser algo más ordenado para ayudar al equipo, y también a Riqui Puig que debe aplicarse en defensa si quiere dar el salto al primer equipo. No ha roto la calma, pero ha dejado claro que todos deben exigirse para mejorar colectivamente.

Las tareas pendientes de Setién

Falta verticalidad

Uno de los grandes reproches al Barça de Setién es que domina y domina y domina pero no hace daño, y a esto hay que buscar solución urgente. Le pasó en Italia y también en algunas fases en Madrid, donde sí que hubo más oportunidades de gol pero no se convirtieron. En su búsqueda de estabilidad y control, el míster se ha olvidado del carácter ofensivo, y eso se nota a la mínima cuando asoman balas como Ansu Fati o Martin Braithwaite al terreno de juego. Si logra equilibrar la mordiente de ambos con el equilibrio que trata de consolidar, podría tener mucho ganado antes de que lleguen refuerzos a una mermada delantera.

Faltan alternativas

Setién parece tener muy claro su plan A, pero cuando este falla, le escasean demasiado las alternativas. En otras ocasiones, cuando los culés se veían agobiados, machacaban con el pase largo a espaldas de los rivales, pero ni siquiera cuando el Real Madrid dio un paso adelante y empezó a zarandearle consiguió quitárselo de encima. A parte de un libreto específico y definido que casa con las exigencias barcelonistas, estaría bien tener un par de ases bajo la manga para cuando el sistema no acaba de dar resultados o para cuando los adversarios complican su éxito.

La planificación no ayuda

En descargo del preparador santanderino hay que decir que la planificación no ayuda, sino que es un obstáculo más en un camino que este año tiene más piedras que nunca. Entre otros asuntos muy graves, al equipo le falta un delantero y la plantilla es demasiado corta como para encontrar soluciones de inmediato, por lo que la consigna es que de momento hay que salir adelante con lo que hay -que con Leo Messi no es poco-, y llegados a la ventana estival habrá que atinar con los refuerzos para evitar las dudas recientes.