Anfield es la prueba irrefutable de que el Barcelona debe recuperar a Ousmane Dembélé

En el partido de ida de las semifinales de la Champions League contra el Liverpool, muchos se echaron al cuello de Ousmane Dembélé por haber fallado una ocasión clarísima delante de Alisson que hubiese supuesto el 4-0. Desafortunadamente, el francés se lesionó en el partido de LaLiga contra el Celta de Vigo y no pudo estar presente en Anfield.

Es en una noche como la de este martes en la que te das cuenta que lo de menos fue ese fallo del galo cuando lo tenía todo a favor. Es ahí donde te das cuenta que lo que realmente afectó al equipo es que su lesión muscular no le permitiese jugar la vuelta, que era uno de esos partidos en los que el Barça está gris y necesita algo diferente para agitar sus ideas.

Ese algo distinto es Ousmane Dembélé. Un jugador rápido, descarado, que no le importa hacer la guerra por su cuenta y que, puede fallar, pero nunca dejar de intentarlo. Algo así fue lo que le hacía falta al FC Barcelona en Anfield. Quitando a Arturo Vidal, vimos a diez almas en pena correteando sobre el césped ingles, jugadores que parecían estar lejos de recuperarse por el duro golpe de Roma.

Muchas críticas se han vertido sobre Dembélé, un amante de los videojuegos, de trasnochar hasta altas horas y de la comida basura. Pero a la hora de la verdad, el talento es el talento y cada vez son menos que puedan aportar lo que él aporta. Es hora de ponerse manos a la obra y de apostar por él, especialmente para solucionar sus problemas con las lesiones.

Durante los primeros meses de competición, Dembélé fue ese jugador que brilló en Dortmund y elevó su papel hasta el extremo de convertirse en uno de lso socios ideales para Leo Messi. El francés fue decisivo con sus goles y sus jugadas en infinidad de partidos y solamente su mala fortuna con las lesiones ha evitado que se convierta en uno de los referentes del equipo.

Dembélé debe ser referencia

Ousmane Dembélé ha demostrado que tiene cualidades para convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo. Tiene talento, una velocidad endiablada y un descaro inagotable. Ahora solamente falta que él acabe de poner de su parte para centrarse y que los médicos del club de una vez por todas puedan dar con el problema que hay con sus continuas dolencias físicas.