Dinero vs principios, la lucha que salpica al Barcelona y aturde al fútbol

La protesta de la fanaticada del Bayern Múnich recientemente generó peso en el mundo del fútbol, que ahora debate los ingresos de clubes como el Barcelona, PSG, Arsenal y el propio gigante teutón. Catar es cada vez más un enemigo común, algo que también sucede con los fondos árabes de a poco.

Si bien el ingreso de los clubes es importante para mantenerse sustentable en el tiempo, también hay muchas personas que consideran innecesario el hecho de que acepten cualquier socio o grupo inversor, sobre todo por el trasfondo del dinero que muchas veces está en entredicho para los fanáticos.

El Barcelona con Qatar Airways pasaba un poco debajo de la mesa pero el tema explotó justo en medio de la guerra con el PSG y al protesta en Múnich, además de la llegada de Xavi desde el país asiático. Muchos estímulos juntos y aglomerados que generaron pesimismo y esto se tradujo en un malestar general.

¿Abuso o ceguera selectiva?

Aunque el tema es tan amplio como para hablar de monopolio deportivo y también de delitos muy graves, el asunto con los inversores que generan clubes de estado tienen un matiz claro: no es deportivo. El Chelsea fue solo el comienzo y ahora las cosas se ven bastante complicadas para todos los escenarios.

Tal vez de no llegar la pandemia hubiese tardado más en explotar, pero con esta gran crisis que afronta el fútbol ahora se ve muy suave todo lo que gastó el Chelsea, que volvió a la carga en las dos últimas temporadas, aunque muy lejos de lo que sucede en París y seguramente sucederá en el Newcastle pronto.

Pero, ¿realmente es abuso? ¿Nada más es fuerza económica? Lo que muchos se preguntan: ¿Y la justicia? Valga la duda para lo más ligero y también lo más grave, porque bien sea una herencia familiar o un conflicto internacional, el fútbol debe estar aparte y los aficionados, benditos sean, comienzan a alzar su voz con criterio.