El Barça se planta por De Ligt y no entrará en la subasta de Raiola

A mediados del mes de abril, parecía que Matthijs de Ligt estaba totalmente dispuesto a acompañar a su compatriota y amigo Frenkie de Jong en la aventura de jugar en el FC Barcelona. No obstante, en las últimas semanas, los contactos se han enfriado mucho debido a que las exigencias económicas del jugador han variado.

Debido al interés que algunos de los clubes más grandes de Europa han mostrado por llevarse a Matthijs de Ligt -entre los que se encuentran la Juventus de Turín, el Manchester United, el Paris Saint-Germain o el Bayern de Múnich- su agente Mino Raiola ha iniciado una subasta ofreciendo al jugador a todos esos equipos.

El FC Barcelona pactó con De Ligt un sueldo a la altura del de De Jong y un estatus deportivo en el que sería pieza clave del equipo durante la próxima década e incluso más allá. Algo que convencía e ilusionaba, en principio, al jugador, pero que ahora no sería suficiente. El holandés quiere arañar millones y ser titular indiscutible.

Según las informaciones publicadas este martes por Mundo Deportivo, el FC Barcelona habría decidido no entrar en la subasta de De Ligt y plantarse con la propuesta inicial a la que el jugador ya había dado el visto bueno. No habrá renegociación ni guerra de cifras entre las dos partes: la oferta es la que es y desde el Camp Nou no se cederá a nuevos caprichos del defensa.

Mino Raiola, de este modo, se estaría llevando al futbolista a su terreno y ahora De Ligt ya no se moja tanto por el interés del FC Barcelona. Se ha echado atrás y el superagente italiano ya se frota las manos con las comisiones que puede llevarse en una operación que moverá muchos millones. Desde la ciudad condal ya no hay tanto optimismo.

De Ligt juega al despiste

Matthijs de Ligt se siente atraído por la posibilidad de jugar en el FC Barcelona, pero ya no tiene tan claro que vaya a hacerlo. Varios equipos están diepsuestos a apretar para cerrar su fichaje y a ofrecerle contratos por encima a nivel económico del que tendría en el Camp Nou. El holandés deberá valorar si prima antes su ilusión o su bolsillo.