El dato más esperanzador de Ousmane Dembélé con el Barça

Recientemente, Ousmane Dembélé cometió un error importante: se ausentó de un entrenamiento sin avisar y no atendió a las llamadas del club hasta una hora y media después de la hora de quedada. Todo ello, sumado a su falta de puntualidad en otros entrenamientos, hizo que Ernesto Valverde le diese un toque dejándole fuera de la lista de convocados contra el Real Betis.

Desde entonces, compañeros de vestuario del francés en el FC Barcelona como Gerard Piqué o Luis Suárez, o ex futbolistas del club azulgrana como Carles Puyol reconocieron públicamente el error del centrocampista azulgrana. Todos ellos quisieron avisarle de que al fútbol de élite no solamente se juega en el terreno de juego.

No obstante, a nivel deportivo, hay que pararse un momento y ver la aportación del extremo francés. Se le conoce por ser un futbolista irregular, que combina jugadas de genio con pérdidas de balón inexplicables. No obstante, hay un dato demoledor que tal vez pueda alejar ese cartel de 'irregular' que parece que lleva colgado.

En más de la mitad de los partidos en los que Ousmane Dembélé ha sido titular, ha sido decisivo al menos con un gol o una asistencia. El extremo galo ha salido de inicio en 25 partidos oficiales y, en 13 de ellos, ha contribuido directamente en la victoria. Un 52%, porcentaje nada despreciable para las estadísticas del francés.

Dembélé, determinante

Además, hay que recordar ciertos momentos en los que ha aparecido para dar un puñetazo en la mesa. Lo hizo la pasada temporada en Champions League con un golazo ante el Chelsea; lo volvió a hacer en la Supercopa de España con otro obús ante el Sevilla cuando el equipo apenas tenía ideas; en LaLiga, fue decisivo ante el Valladolid o el Rayo Vallecano con más goles.

Si recordamos la pesadilla del Olímpico de Roma en la que el FC Barcelona cayó eliminado ante los italianos en un partido pésimo, Dembélé protagonizó los únicos 'coletazos' de los culés en ataque. El francés nunca se arruga y si consigue amueblar su cabeza, puede ser un jugador estratosférico.