EL BARÇA PIERDE SU IDENTIDAD
Faltó acierto en ataque, pero la medular es un descontrol
Publicación:14/08/2017 - 11:51h
Actualización:14/08/2017 - 14:30h
El Madrid dominó en el centro del campo, y eso no tiene nada que ver con la posesión (62-38 para el Barça), sino en cómo se gestiona el balón cuando lo tienes en tu haber. Los blancos juegan en bloque y son capaces de generar peligro con muy poco
Valverde destacó tras el partido en rueda de prensa que "tuvimos muchas ocasiones de gol pero no estuvimos acertados y ellos sí". Iniesta, en zona mixta, apuntó también al acierto como argumento: "El partido se ha decidido en las áreas, ellos han marcado y nosotros no". Son reflexiones interesantes y, en parte, acertadas, pero hubo mucho más.
El Barça disparó 12 veces, seis entre los tres palos y seis fuera. El Madrid, 11 -siete entre los tres palos y cuatro fuera-. Es evidente, pues, que el conjunto azulgrana generó oportunidades, pero faltó acierto. Ya saben eso de "cuando la pelotita no quiere entrar...". Pero sería simplón quedarse en eso.
El Madrid dominó en el centro del campo, y eso no tiene nada que ver con la posesión (62-38 para el Barça), sino en cómo se gestiona el balón cuando lo tienes en tu haber. Los blancos juegan en bloque y son capaces de generar peligro con muy poco. Los azulgrana necesitan invenciones de Messi, perseguido por un Kovacic incansable. Porque Iniesta ha perdido la verticalidad y a Rakitic le cuesta crear porque llega asfixiado al área tras su despliegue defensivo.
¿La consecuencia? Kroos, Casemiro, Kovacic e Isco dominaron la medular. Sin discusión alguna. Y eso que faltaba Modric, la piedra angular del Madrid -da bastante que pensar-. Confunde a veces la gente el concepto centro del campo con jugar bonito. Y no siempre es así, aunque anoche Isco diera un recital. Físicamente, el Madrid es un equipo muy potente porque en esa zona del campo tiene 'stoppers' y gente que -perdonen la vulgariedad- la menea.
El partido se rompió en la segunda mitad tras el gol en propia puerta de Piqué. Fue entonces cuando el Barça necesitaba arriesgar y destapó todas sus carencias en esa zona, incapaz de nivelar las fuerzas para bajar a defender -así llegaron los dos goles blancos de Cristiano y Asensio- mientras el Madrid tenía aviones al contraataque.
Sergi Roberto pide minutos
El centrocampista azulgrana salió en los últimos 20 minutos por Iniesta, y la realidad es que se contagió del mal nivel de sus compañeros. Desorientado, poco pudo hacer ante los diabólicos contraataques blancos. A la espera de ver si llega Paulinho, posiblemente Roberto sea una de las opciones más interesantes para recuperar pulmón en el centro del campo. Sacrificio físico, inteligencia táctica y conducción de balón. Y de la casa.
