La importancia de dar oportunidad a los jóvenes

Cualquier equipo necesita, temporada tras temporada, piezas nuevas. Para mantener la ambición en el vestuario, para reforzar los puestos más endebles, para aumentar la competitividad entre los jugadores de una misma posición.

Es la clave de cualquier bloque que pretenda ser campeón de una competición, ya sea nacional o continental. Pero más allá de las nuevas caras, por las que se deben pagar cantidades más o menos cuantiosas de dinero, es fundamental mirar abajo, a las categorías inferiores.

Porque la cantera también debe tener un peso importante en una estructura deportiva. En primer lugar por el sentimiento de pertinencia a unos colores que tiene el joven de La Masía. También porque se ha invertido una cantidad de horas (que no es capital pero también equivale a dinero) que deben intentar ser correspondidas. Y finalmente porque, en el caso del FC Barcelona, los jugadores llevan incorporado en su estilo de juego el ADN del club. Y ese es un valor "innato" que no tiene precio.

La única adaptación que requiere el joven de la cantera -siempre y cuando tenga el nivel para poder competir en el primer equipo- es la del aspecto físico y mental: jugar en la élite con la obligación de ganar siempre y con buen juego.

Marlon, la última demostración de por qué se debe confiar

Y a veces, para demostrar eso, se necesitan simplemente oportunidades. Merecidas o más de rebote como la de Marlon el otro día en Gran Canaria. Con la lesión de Mascherano tuvo que salir a jugar sin apenas calentar, debutando en un partido de Liga trascendental para mantener al Barça en la pelea por el título. Y el brasileño cumplió, provocando una serie de reacciones tras su notable actuación en toda la afición culé, que ve en el joven central una apuesta segura de futuro.

Con Luis Enrique podríamos decir que sólo Sergi Roberto es un 'producto suyo'. El asturiano apenas ha contado con gente de la casa, y Roberto ha despuntado definitivamente -consolidándose como lateral derecho- esta temporada. Ya nadie duda de cuán indiscutible es. Bartra no tuvo regularidad, Grimaldo no contaba para Lucho, Munir y Sandro se fueron en busca de minutos y Samper a foguearse al Granada. Ni Masip ha tenido la oportunidad de ser el segundo portero.

No es fácil que salgan jugadores de la cantera, y es imposible repetir un once titular plagado con tantos canteranos como en la época de Guardiola con Valdés, Pedro, Xavi, Iniesta, Messi, Piqué, Busquets y Puyol. Pero el que apunte maneras debe tener su oportunidad. Al menos, intentarlo.