Messi y "Lucho", bromeando en la presentación del Nou Camp Nou

La principal estrella del FC Barcelona y su entrenador, Leo Messi y Luis Enrique, se llevan de fábula. Esa es la realidad, y no las polémicas que han intentado buscar algunos medios de la capital española -y también algunos catalanes- durante los últimos tiempos, sobre todo cuando hace un año el astro argentino se saltó el entreno del día de los Reyes Magos por razones que todavía se desconocen.

El caso es que, después de todos los títulos cosechados, el optimismo irremediable y el contacto obligatorio entre Leo Messi y Luis Enrique, parece que se ha cumplido aquello de que el roce hace el cariño. Y eso quedó demostrado este jueves, mediante una fotografía publicada por los medios del FC Barcelona en la página web oficial del club.

En la imagen, de la que nos hacemos eco, puede observarse cómo Lionel Messi y Luis Enrique intercambian bromas pese a no estar sentados justo al lado, en una de las primeras filas de la grada de tribuna, donde se celebró por la mañana la presentación del Nou Camp Nou. Entrenador y jugador parecen estar hablando de algo divertido -especialmente para el argentino-, e incluso llegan a cogerse la mano en una clara muestra de confianza, amistad y respeto mutuos.

Esta fotografía, en cualquier caso, no sería más que lo que acostumbra a ser el pan de cada día en el vestuario azulgrana. Compañerismo máximo que, además, deriva en amistad más allá de los terrenos de juego en la mayoría de los casos. Son muchos los jugadores, como Rakitic, Iniesta, Messi, Luis Suárez o Dani Alves, quienes han destacado en sus últimas declaraciones concedidas a los medios de comunicación el gran ambiente que se percibe en la plantilla. No sólo entre ellos, sino también con el cuerpo técnico de Luis Enrique.

La comunión es máxima, y entre todos están convencidos de que volverán a pisar pronto el acelerador para acumular una nueva serie de triunfos consecutivos que pueda darles el doblete de aquí a un mes, justo después de la final de la Copa del Rey. Porque saben que, cerrando el curso con Liga y Copa, habrán cuajado una excelente campaña que hará olvidar la mala racha de las últimas semanas. Son estrellas, pero también son humanos. Y la mayoría de ellos, amigos.