Xavi y Laporta apretarán los dientes hasta salir de la crisis

La situación del Barcelona no es secreto, pero sí visible, algo que había generado una falsa ilusión en los últimos años dentro de la institución y los aficionados. Ahora que está fuera de Champions, lejos de la pelea por el título de Liga y también alejado de cualquier posibilidad de competir en la élite, llegó Xavi.

El actual entrenador del equipo ya estuvo cerca de recalar en el club en algunas oportunidades pero su empeño en comenzar un proyecto de cero y estar con una directiva que le brindara facultades absolutas en materia deportiva, atrasaron su llegada. Finalmente Laporta, a duras penas, accedió a las peticiones.

Y en medio de estas, fichajes. El club necesita nuevas caras que le den el toque necesario de atención, orgullo, carácter y fútbol para volver a reflotar como ya lo hizo hace años en el primer mandato del actual presidente, aunque en aquella época había dinero, un continente más pequeño en cuanto a competencia y además, mercado.

Las recientes declaraciones de Mino Raiola devolvieron al Barcelona al mapa de las posibilidades con respecto al mercado de fichajes, asegurando que solo hay cuatro clubes capaces de fichas a Haaland y entre ellos, el equipo culé. Xavi y la junta directiva lo celebran porque incluso en el escenario que vista de blanco al noruego, son palabras que brindan confianza a la institución de cara a la galería.

Xavi y Laporta son conscientes de las dificultades del club y también las necesidades, por lo que parecen estar de acuerdo en afrontar lo que viene sabiendo que los palos recientes pueden ser apenas la punta del iceberg, eso sí, con la gran convicción de que las cosas saldrán mejor y que el Barcelona sigue siendo una marca importante.

Dejar salir es poder entrar

Lo primero que se hará es darle el adiós definitivo a aquellos que no estén en la dinámica necesaria para el equipo, sin importar su edad o estatus. Paso siguiente, aclarar a los que dudan o generan interrogantes, tal vez con cesiones como vía de empuje, para finalizar en el ingreso de jugadores, que también pueden llegar a préstamo o una vez más, como agentes libres.