El FC Barcelona no conseguirá ningún título importante

¿Habrá llegado finalmente el fin de ciclo? El FC Barcelona ha quedado retratado este miércoles en el Vicente Calderón como un "equipo" sin esencia, un conjunto de jugadores adinerados incapaces de mostrar la intensidad, hambre, corazón, sacrificio y ambición que hasta no hace mucho era uno de sus signos de identidad. Ahora de esa actitud poco queda ya; sólo sombras, vanas y perezosas, que se arrastran por el terreno de juego sin ser conscientes de la importancia de la cita, disputando una vuelta de Champions League de la misma forma que se jugó contra el Betis el fin de semana pasado.

De la misma forma que un combinado antes formado por futbolistas insaciables se estrelló contra Ajax, Valencia, Valladolid y Real Sociedad, entre otros, sin apenas inmutarse. Y eso es lo más preocupante. Que a los jugadores parecía no importarles perder el balón -sobre todo a Messi, que no movió ni un sólo músculo por recuperar los infinitos balones que perdió-, decepcionar a miles, millones de seguidores atónitos al ver a sus ídolos caminando a falta de cinco minutos de ser eliminados de la competición más importante y prestigiosa de todas.

¿Habrá perdido el equipo la sed? Lo cierto es que parte de la culpa es de los jugadores, pero la otra recae directamente sobre un entrenador, Gerardo Martino, que ha sido absolutamente incapaz de sacarle jugo a una plantilla de estrellas y motivar a sus jugadores como es debido; como hacía Guardiola, con quien todo el mundo corría. El argentino, además, parece moverse en el Barça como un elefante en una chatarrería. Tarda eternidades en hacer los cambios y, a la hora de hacerlos, los hace mal. Si al equipo le falta profundidad coloca a Alexis Sánchez, quizás uno de los futbolistas más limitados técnicamente de la plantilla. Pero da igual, él decide ponerlo en el campo antes incluso que a Pedro Rodríguez, que entra después, por qué no, sustituyendo a Andrés Iniesta. Una locura.

¿Y qué hay de Busquets, empeñado en hacer un partido bueno y otro desastroso? ¿Y de Xavi, dos o tres segundos más lento de lo que era la temporada pasada? Pero, sobre todo, ¿qué demonios le pasa a Leo Messi? El que en teoría es el mejor del mundo estuvo totalmente desaparecido en combate, y además de manera voluntaria. Apenas se ofreció, pareció esconderse entre los centrales y, cuando bajó a recibir, lo hizo de manera lenta y sin crear ningún tipo de peligro. Pero lo más imperdonable, sin duda, es que caminaba. Y no en jugadas puntuales. Se pasó el partido caminando, perdiendo balones para luego quedarse parado, estático, ¿irreconocible?

Este Barça ya no engaña a nadie. Podría haber abandonado el Vicente Calderón con un 4-0 si los tres palos del Atlético de Madrid en los primeros veinte minutos hubieran entrado, y Xavi Hernández quizás seguiría diciendo que "merecimos al menos el empate, la prórroga". Jugando así, el FC Barcelona no conseguirá doblegar al Real Madrid en la final de Copa ni de nuevo al Atlético, a quien deberá vencer por primera vez en la temporada, seguramente, si quiere hacerse con el título de Liga. Si quiere...