Supuesta compra de votos para el Mundial de Qatar

Ya a finales de enero, "France Football" denunció, bajo el nombre de "Qatargate", irregularidades en el proceso de elección de Qatar como sede del Mundial de 2022. "France Football" implicaba, incluso, al entonces presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, que se habría reunido con Michel Platini y con el emir de Qatar, ahora máximo accionista del París Saint-Germain. La revista también mencionaba los nombres de Ángel María Villar y Sandro Rosell.

Este domingo, el diario británico "The Sunday Times" va mucho más allá y habla, directamente, de compra de votos: Qatar salió elegida con 14 de los 22 votos del comité ejecutivo de la FIFA. El rotativo londinense apunta directamente a Mohamed bin Hammam, catarí y antiguo vicepresidente de la FIFA. Bin Hammam se habría gastado unos 4 millones de euros sobornando a dirigentes de federaciones nacionales, sobre todo africanos, para que dirigieran a favor de Qatar los votos de sus representantes en el comité ejecutivo.

El dirigente había sido expulsado de la FIFA en 2011, después de intentar disputar la presidencia a Joseph Blatter y de demostrarse que sobornaba a dirigentes de las federaciones del Caribe. Se da el caso de que la FIFA tiene abierta una investigación sobre el proceso de elección de las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022 y que Blatter calificó públicamente de error la concesión de un Mundial a Qatar. Responsables políticos del deporte en el Reino Unido ya han pedido que la votación se repita.

El Comité Organizador del Mundial de Qatar ha negado estas acusaciones y ha avisado de que harán lo que sea necesario para defender su integridad. En este sentido, advirtió que sus abogados ya están trabajando en el tema. En un comunicado hecho público este domingo, afirma que "siempre actuó con la máxima ética e integridad" y niega cualquier implicación de Mohamed ben Hamman en la promoción de su candidatura. La organización del Mundial de 2022 explica que coopera plenamente con Michel García, responsable del Comité de Ética de la FIFA, en su investigación.

Al margen de esto, el periodista canadiense Declan Hill, el principal especialista mundial en estos asuntos, ha destapado una investigación de la FIFA que denuncia que varios partidos amistosos previos al Mundial del 2010 fueron organizados y controlados por una red de apuestas ilegales con base en Singapur. Según Hill, en un artículo publicado en el "New York Times", uno de estos partidos es un Sudáfrica-Guatemala cargado de decisiones dudosas. El encuentro acabó con un 5-0 para los locales, y, pocos días después, el árbitro, Ibrahim Chaibou, de Níger, ingresó 100.000 dólares en un banco sudafricano.

El "Times" publica documentos firmados por Wilson Raj Perumal, un ciudadano de Singapur que se considera a sí mismo el comprador de partidos más grande del mundo. Perumal, actuando como responsable de una empresa de organización de partidos, envió varios correos electrónicos en los que sugería a la federación sudafricana la designación de determinados árbitros para los amistosos a disputar en territorio sudafricano. Tras ser detenido y encarcelado en Finlandia en 2011, por haber manipulado partidos en ese país, en teoría, Perumal había aceptado colaborar con las autoridades para destapar casos como el que ha publicado el "New York Times".