El día que Guardiola pidió a Griezmann y le trajeron a Kiko Femenía

Corría el verano de 2011 cuando Pep Guardiola planeaba una temporada más al frente del FC Barcelona. Los azulgranas estaban pletóricos tras ganar Liga BBVA y Champions League y buscaban seguir manteniendo el nivel haciendo algún que otro fichaje que reforzase las líneas del equipo… Y también su filial. Y con esta idea trató el técnico de Santpedor convencer al por aquel entonces jugador de la Real Sociedad Antoine Griezmann de que viniese a Can Barça.

Guardiola contactó directamente con el jugador para explicarle las intenciones que tenía para con él. Una conversación agradable y que picó la curiosidad del ahora internacional francés. El Barça se puso en contacto con su entorno y con su mentor, Eriz Olhats. Sin embargo, un movimiento dio al traste con todas las negociaciones.

Los planes del cuadro blaugrana, y de su entrenador, eran que Griezmann formase esa temporada parte del filial. Lo querían para el Barça B con perspectivas de subir al primer equipo y acabar ganándose un puesto en él. La confianza de Griezmann en sus posibilidades hizo que rechazara la oferta dado que no se consideraba en ese momento jugador de Segunda, categoría de la que había ascendido con la Real Sociedad.

Prefirió quedarse y la espera le valió la pena pues acabó en el Atlético de Madrid donde ahora es un ídolo. Por su parte, el Barça, descompuesto y sin delantero, acabó fichando al por entonces jugador del Hércules Kiko Femenía que acabó siendo un rotundo chasco. Esa misma campaña Alexis Sánchez llegó al cuadro culé, algo que también le habría cerrado la puerta a Antoine y que, quien sabe, quizás le habría hecho sufrir una situación como la de Femenia.