Laporte y Luis Enrique ilusionan a la afición del FC Barcelona

El diario "Sport" ha ido realizando a lo largo de los últimos días diversas encuestas preguntando a los aficionados por las hipotéticas llegadas este verano de Luis Enrique como entrenador y Aymeric Laporte como fichaje de presente y futuro para reforzar la zaga defensiva. La respuesta de los seguidores culés ha sido unánime, y la gran mayoría ha apoyado ambas incorporaciones dejando entrever que éstas servirían para crear de nuevo ilusión en relación a las aspiraciones del equipo para la próxima temporada.

Luis Enrique conoce a la perfección todo lo que rodea al FC Barcelona. No se formó en sus categorías inferiores pero encadenó muchos años al servicio culé como jugador, y más tarde entrenó al filial azulgrana con excelentes resultados. Es un técnico con carácter al estilo Guardiola, y su fútbol de ataque y control del balón ha permitido al Celta de Vigo llevar a cabo algunas actuaciones memorables esta temporada, consiguiendo el objetivo de salvarse del descenso a Segunda.

El asturiano además es un entrenador joven, con ganas y ambición de comerse el mundo como hizo no hace mucho Pep Guardiola al mando del FC Barcelona, por lo que bajo sus órdenes seguro que no volveremos a ver a jugadores caminando por el terreno de juego. En cuanto a Laporte, su temporada con el Athletic de Bilbao lo dice todo. Su juventud no es para nada sinónimo de inexperiencia, puesto que posee una madurez y lectura de juego impropia para un jugador de su edad.

Es zurdo, tiene técnica, es alto, va bien de cabeza y lo más importante: sólo tiene 19 años. El francés tiene todavía una capacidad de progresión y aprendizaje que le convierte en una opción a largo plazo para el FC Barcelona, que podría realizar una buena inversión pese a pagar 36 millones de euros. Dani Alves, por ejemplo, costó 35 "kilos" y ha cuajado seis excelentes temporada en el Barça, por lo que no parece que se haya desperdiciado el dinero por él. Teniendo en cuenta cómo está el actual mercado de fichajes, además, quizás no sería una alternativa tan despiadada pagar su cláusula.