Rafinha seguirá en el FC Barcelona hasta 2020

El FC Barcelona ha hecho oficial el acuerdo de renovación de Rafinha Alcántara, que seguirá vinculado al club azulgrana por lo menos hasta 2020 y pasará a tener a partir de ahora una cláusula de rescisión de 75 millones de euros, en lo que se trata de una muestra de confianza total por parte de la entidad culé en la progresión del joven centrocampista brasileño, lesionado de la rodilla desde hace dos meses y que está previsto que se pierda casi toda la temporada 2015-16.

El contrato de Rafinha expiraba el próximo 30 de junio de 2016, pero desde hace semanas estaba casi pactado el acuerdo de renovación, a falta ahora de que se produzca la rúbrica por escrito en cuestión de horas. En la actualidad Rafinha se encuentra en pleno proceso de recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió en el Olímpico de Roma, y suele acudir con más o menos asiduidad a la Ciutat Esportiva para saludar a sus compañeros y realizar sesiones de rehabilitación.

Cuando vuelva a estar a plena disposición de Luis Enrique, al término de la presente temporada, tendrá mucha competitividad por un puesto en la posición de interior con Andrés Iniesta, Sergi Roberto, Ivan Rakitic y Arda Turan, con la posibilidad de que Alen Halilovic y Denis Suárez tengan también ficha del primer equipo de cara a la próxima temporada 2016-17, teniendo en cuenta el excelso nivel de juego que están mostrando en Sporting de Gijón y Villarreal, desde donde todavía están vinculados a la entidad barcelonista.

Rafinha continúa con el proceso de rehabilitación

El jugador, que si sigue cumpliendo todos los plazos que se había marcado podría volver en abril o mayo, espera con ánsias adelantar los días de su recuperación para poder ayudar a sus compañeros en los últimos dos meses de competición. A pesar de este entusiasmo, en una lesión como la suya no debe marcarse plazos por ahora ni tampoco debe forzarse, debido a que puede volver a haber recaída. Cabe recordar que Rafinha cayó lesionado el pasado 16 de septiembre en el estadio Olímpico de Roma tras una brutal entrada del centrocampista belga Radja Nainggolan.