SEGURIDAD: Hay que proteger mejor a Leo Messi y a los demás

No fue el día de los guardias de seguridad, sin lugar a dudas, este pasado martes en el Georgios Karaiskakis. Hasta dos aficionados saltaron con total libertad al campo y se abrazaron a Leo Messi. Uno de ellos le besó y otro se hizo una 'selfie' con él, antes de acercarse también a Luis Suárez y a otros jugadores de Olympiacos y FC Barcelona.

Fueron unas escenas que mucha gente considerará entrañables, y que rápidamente corrieron como la pólvora a través de las redes sociales. Pero... ¿Y si las intenciones de estos seguidores no hubiesen sido tan afectuosas? ¿Y si alguno de ellos hubiese sacado un arma blanca, o simplemente hubiese arremetido a base de puñetazos y patadas contra Messi y los demás jugadores?

En mitad de unos días plagados de amenazas de ISIS a Leo Messi, Neymar y el Mundial de Rusia 2018, la UEFA debería implementar todavía más la seguridad en los estadios de fútbol, sobre todo teniendo en cuenta el poder mediático que ostentan las principales estrellas futbolísticas alrededor del mundo, y que en consecuencia necesitan un mayor grado de protección.

El grado de seguridad debe subir varios niveles

No puede ser que alguien salte al campo y tenga todo el tiempo del mundo para abrazarse a Messi, conversar con él durante unos segundos y besarle o hacerse una foto antes de marcharse corriendo por su propio pie, sin que los guardias de seguridad reaccionen lo suficientemente rápido como para evitar una situación que, además, seguro que es incómoda para el futbolista, plenamente concentrado en el partido.

El mensaje que se dio este martes no es el correcto, y la UEFA debería actuar teniendo en cuenta que las escenas se dieron en un partido de Champions League, la máxima competición continental. Leo Messi, Luis Suárez y el resto de futbolistas, sean del FC Barcelona o de cualquier otro equipo, necesitan una mayor protección en los estadios, así como sus aficionados. Por favor, no demos facilidades a posibles agresores. Porque, si todo sigue igual y no se mejora en este aspecto, podríamos acabar lamentándolo.