Las diferencias entre un Barça con delanteros y otro con centrocampistas

El FC Barcelona regresó al Camp Nou y volvió a apuntarse una victoria que le permite mantenerse en la pelea por LaLiga, esperando un tropiezo del Real Madrid tras caer derrotado en el Clásico del Santiago Bernabéu. Los catalanes están enredados en una trayectoria irregular desde que arrancó la temporada, pero no pretenden dejarse llevar y permanecen a la estela de un adversario que tampoco pasa por su mejor momento.

Tras relevar a Ernesto Valverde en enero, Quique Setién sigue buscando la mejor versión de su equipo, pero es difícil acertar con una plantilla desgastada y descompensada. Pese a que es cierto que el extremeño estaba acusando el esfuerzo de los últimos años, en poco tiempo ha quedado claro que la mala dinámica no era sólo culpa del entrenador, sino de un cúmulo de circunstancias que han golpeado a los azulgrana.

Hasta que se alcance un mercado de fichajes que debe ser reparador, el técnico sigue haciendo pruebas con varios sistemas, que ha ido intercambiando en función de las necesidades de los suyos, en unas ocasiones en casa y fuera, y en otras incluso dentro de un mismo partido. Estas son las diferencias entre las dos apuestas del cántabro: Un conjunto marcado por los delanteros y otro reforzado con centrocampistas.

Las dos versiones del Barça de Setién

Barça con delanteros

Tras abandonar un 3-5-2 que está en su libreto pero que no parece tener cabida en la Ciudad Condal, Setién se ha agarrado en varias citas al 4-3-3 clásico del Barça. Esto, como ya sucedió con su predecesor, no acaba de convencerle, porque si bien los culés ganan algo de carácter ofensivo, también les cuesta más mantener el equilbrio y frenar las embestidas de sus oponentes, que hacen más daño al contraataque e incluso, cuando hay compromisos a domicilio, pueden anular el juego de posesión a base de presión y llegar a dominar a los barceloneses.

Como el Txingurri, el de Santander suele preferir esta estrategia en los duelos de casa, y pocas veces ante rivales exigentes. Esto es debido a que en esos choques, ambos han apostado más por mantener las formas y atacar con menos frecuencia y más eficacia, para evitar sorpresas desagradables. También tiene que ver el hecho de que la delantera esté especialmente mermada, con algunas ventas inoportunas en invierno y con estrellas como Luis Suárez y Ousmane Dembélé lesionadas, lo que ha dejado solos a Leo Messi, Antoine Griezmann y Ansu Fati junto al recién llegado Martin Braithwaite.

Barça con centrocampistas

Para blindar al Barça, Setién ha tirado de una opción que usó habitualmente Valverde, un 4-3-3 mezclado con un 4-4-2. Esta formación se basa en reforzar la medular con un centrocampista más, que suele ser Arturo Vidal por su versatilidad y despliegue. En ataque, el chileno apoya a Leo Messi y Antoine Griezmann en la media punta o dejándose caer por alguna de las dos bandas, y en defensa, el repliegue forma dos líneas de cuatro dejando más descolgados a los atacantes.

Con esta alineación se gana cierta solidez, pero también se pierde profundidad, pegada y poder ofensivo. Atascos como los de San Paolo o el Bernabéu lo confirman, aunque la clave es no perdonar en las pocas oportunidades que se generan. Además, en la línea discontinua que siguen los azugrana en lo que va de curso, sus pocos -o muchos, según la jornada- despistes se pagan, y en ocasiones han generado problemas porque con este plan es difícil recuperar la desventaja en el marcador.