El factor por el que Griezmann aún no come en la misma mesa que Messi

A día de hoy, y echando una ojeada rápida a las estadísticas, no puede decirse que el fichaje de Antoine Griezmann haya sido un fracaso. El francés está cumpliendo en su primer año en el FC Barcelona, y con un tercio de la temporada aún por jugarse acumula ya 12 goles en todas las competiciones, siendo junto con Leo Messi el único azulgrana que ha marcado en todos los torneos disputados este curso con el Barça.

Pese a todo, da la sensación de que Griezmann todavía no ha mostrado todo su potencial en el equipo culé, y que necesita algo más de tiempo para coger carrerilla. Algo parecido a lo que le pasó a Neymar Jr en 2013, o incluso a Luis Suárez durante sus primeros meses como nuevo integrante de la delantera. Ambos se encontraron en una situación a la que no estaban acostumbrados: no ser los protagonistas.

Leo Messi es el encargado de recibir casi todos los balones que pasan por el frente ofensivo, al tejer las jugadas desde su mismo inicio y, en muchas ocasiones, finalizarlas también él mismo. Griezmann, al igual que han tenido que hacer todos los nuevos fichajes para la delantera a lo largo de los últimos tiempos, se ha visto obligado a adaptarse a un rol y a una posición a los que no estaba acostumbrado en el Atlético de Madrid.

Antoine Griezmann, celebrando un gol junto a Leo Messi

Probablemente esa sea la causa principal de que no pueda comer, aún, en la misma mesa que Leo Messi. Porque si bien es cierto que el talento del astro argentino es inigualable por ningún otro futbolista en activo, otro factor que diferencia a ambos es el de la regularidad sobre los terrenos de juego. 'La Pulga' encadena ahora algunos partidos sin marcar, pero de todas formas sigue siendo prácticamente en cada partido el mejor del equipo.

En el Benito Villamarín firmó un 'hat-trick' de asistencias y fraguó la ajustada victoria contra el Real Betis (2-3), un bálsamo para Quique Setién y sus planes de futuro en el Barça. Griezmann también ha cuajado muy buenas actuaciones desde que fichó por el club azulgrana, aunque éstas suelen llegar a cuentagotas y divididas entre determinados espacios de tiempo.

Difícilmente hemos visto al galo, al menos en el Barça, encadenar más de dos partidos consecutivos a un grandísimo nivel. No tanto a nivel de números, sino más bien de incidencia o impacto en el juego. Esa faceta es precisamente la que Griezmann tendrá que mejorar de aquí a final de temporada, siempre y cuando desee convertirse en una pieza inamovible en el frente ofensivo del Barça.

Griezmann aún no es indiscutible en el Barça

De lo contrario, se arriesgará a que jugadores como Ansu Fati, que viene empujando muy fuerte desde abajo, le coman la tostada y puedan dejarle en el banquillo como ya ha sucedido en las últimas semanas. Y eso, teniendo en cuenta que actualmente la delantera azulgrana está bajo mínimos. Una vez se recuperen Luis Suárez y Dembélé, y si llega además un nuevo fichaje... A Griezmann le tocará estar 'conectado' de forma permanente para mantener el puesto en el once. Calidad tiene, de sobras, para conseguirlo.