Agredir al mejor jugador de la historia, Leo Messi, sale gratis en el Bernabéu

Tiene que ser frustrante querer contrarrestar, y no poder, el talento de alguien. En el Real Madrid llevan años intentando impedir que Leo Messi, el mejor futbolista de la historia, brille sobre el césped del Santiago Bernabéu. A pesar de todo, el '10' es el máximo goleador de la historia de los Clásicos y también el máximo asistente, con un total de 26 goles y 14 asistencias en 41 partidos oficiales.

La genialidad de Leo Messi siempre acaba saliendo por algún sitio, a pesar de que intenten taparla de todas las maneras posibles. "Por lo civil o por lo criminal", como dirían algunos. "Que pase la pelota, pero no el jugador", es otra frase hecha muy utilizada en la jerga futbolística más barriobajera, y parece que en el Real Madrid la llevan grabada a fuego.

Leo Messi ha recibido a lo largo de los últimos años agresiones vergonzosas en el Santiago Bernabéu. ¿Recuerdan, por ejemplo, cuando Pepe le pisó la mano intencionadamente en febrero de 2012, en una ida de cuartos de Copa del Rey? O cuando Marcelo le partió el labio con un codazo en 2017, dejando al argentino sangrando y tendido sobre el césped.

Todo esto sin olvidar las patadas con las que los jugadores del Real Madrid han 'castigado' a Leo Messi cuando intentaba lucir su don: jugar al fútbol. Este sábado fue Sergio Ramos el encargado de intentar 'marcar terreno' con Leo Messi. Le propinó un 'manotazo' directo a la cara al filo del descanso, que no fue sancionado ni siquiera con falta por el árbitro, Undiano Mallenco.

Tampoco Mateu Lahoz, desde la sala del VAR, entró a valorar la agresión de Sergio Ramos ni advirtió al árbitro de que revisara las imágenes y mostrara una posible cartulina roja al de Camas. Simplemente se dejó pasar el tema, como si nada. Pero Leo Messi está ya cansado de tantos golpes, y no se achantó a la hora de encararse con Sergio Ramos e increparle el 'manotazo'.

El central andaluz ya le propinó una patada vergonzosa en 2010, aunque en aquella ocasión fue en el Camp Nou y sí fue expulsado por la acción, empujando a Xavi y agarrando del cuello a Puyol antes de marcharse a los vestuarios. Está claro que Sergio Ramos, al no tener el talento necesario como para intentar contrarrestar el de Leo Messi, lo hace a base de golpes.

No se protege lo suficiente a Leo Messi

Y lo más curioso es que la mayoría de estas agresiones contra el mejor jugador del mundo han quedado impunes. ¿Qué pensarán los aficionados del fútbol internacional cuando vean que, en LaLiga, a veces sale 'gratis' agredir al mejor futbolista de la historia? Seguramente creerán que no se protege lo suficiente el juego limpio y creativo, sino que se premia el juego sucio. Y esa imagen no favorece nada a LaLiga a ojos del mundo.