Alerta, Barça: La importancia de superar la 'Messi-Dependencia'

A veces, cuando uno se acostumbra a la zona de confort, arrancarle de ella supone algo más doloroso de lo esperado. Pasa con los trabajos, las relaciones, los lugares... Y también con los artistas. Leo Messi ha acostumbrado a los culés -y al mundo del fútbol, en general- a un grado superlativo de magia que engloba más de 40 goles por temporada, asistencias, el peso ofensivo de un equipo ganador y detalles técnicos que nunca dejan de sorprender.

El seguidor culé se ha habituado a sus trucos, celebraciones y éxitos individuales, que normalmente van ligados a títulos colectivos. Desde hace más de una década, 'La Pulga' es el principal argumento del FC Barcelona para ganar todos los partidos en los que está presente, y cuando no tiene al argentino en la cancha sufre -a veces más de lo que debería-, quizás por la falta de costumbre de jugar sin la piedra angular de su juego.

Pero, ¿qué pasará cuando no vuelva a enfundarse la camiseta azulgrana? Seguro que alguna vez han pensado en que ese momento llegaría, pero de manera todavía muy lejana. Pues bien, con la reciente noticia de la cláusula especial de Messi en el Barça, desvelada por 'El País', uno se da cuenta de que la marcha del mejor jugador del mundo, por mucho que duela, puede producirse en cualquier momento.

Lo más probable es que el rosarino aguante un par o tres temporadas más -como mínimo- en la plantilla, aunque dependerá única y exclusivamente de cómo se sienta física y psicológicamente. No sería extraño que, con toda la presión mediática y la exigencia a la que ha sido sometido desde que empezó a despuntar, diera un paso al lado antes de lo esperado.

Tampoco que, como hicieron Xavi o Iniesta, a los 34 o 35 años pusiera rumbo a Japón, Estados Unidos, Qatar o Argentina para jugar en una liga menor algunas campañas más hasta su retirada, ya con el único objetivo de disfrutar del fútbol y sin tener que ganar todos los partidos sí o sí. Algún día ocurrirá, y el FC Barcelona deberá estar preparado a todos los niveles.

La marcha de un ídolo siempre trae consecuencias, y sobre todo cuando es el más importante de todos. El Real Madrid aún no se ha levantado tras la salida de Cristiano Ronaldo rumbo a la Juventus de Turín, y cierto es que el Barça se ha estado reforzando más de lo normal en los últimos años, pero todavía no ha encontrado a un 'crack' que le dé lo que le da Messi. Probablemente nunca lo encuentre.

Messi y Suárez tienen fecha de caducidad en el Barça

El proceso de transición consistirá en juntar a los mejores jugadores posibles, fomentar la química de equipo y seguir defendiendo el estilo de juego que ha llevado al club hacia el éxito. Con variaciones, por supuesto, porque no es lo mismo jugar con Messi que sin él, pero con una idea clara de lo que se quiere plasmar sobre el césped. La retirada de Leo Messi, cuando llegue, vendrá unida con toda probabilidad a la de Luis Suárez.

Los dos máximos goleadores del equipo en el último lustro harán algún día las maletas, más pronto que tarde, y el FC Barcelona deberá buscar a nuevos ídolos que les sustituyan. ¿Será Griezmann uno de ellos? ¿Dembélé, tal vez? Por ahora se parecen como un huevo a una castaña, pero hay que tener paciencia. Antes de gastar a lo loco, lo que importa es que haya una buena planificación deportiva. Y, sobre todo, ver qué se tiene en casa antes de buscar fuera.