Cita con la historia: el mejor futbolista de todos los tiempos quiere su Mundial

Alemania y Argentina se enfrentan este domingo (21.00 Telecinco y Gol T) en el mítico estadio de Maracaná en busca de la corona de los campeones del mundo, un título que, si cae del lado "albiceleste", puede consagrar a Lionel Messi como el futbolista más importante todos los tiempos. El "10" del Barça lidera una generación que ya ha alcanzado logros importantes, como el Mundial Sub'20 de 2005 y el oro olímpico de Pekín 2008. Con su club lo ha ganado todo, se le considera el mejor futbolista del siglo XXI, pero también se le suele reprochar que le falta un Mundial para estar a la altura de los grandes mitos. En esta ocasión, además, se le pide que se cargue al equipo a la espalda, tal como hizo Maradona en México'86.

Es exactamente lo que hizo durante la primera fase, pero su presencia en el juego se ha ido apagando en las eliminatorias. Sin embargo, siempre se le espera y siempre causa miedo en las filas contrarias. Además de él, Alejandro Sabella se encomienda a la figura del azulgrana Mascherano, el hombre clave de la semifinal contra Holanda, y ruega por la recuperación de Di María, que está forzando para poder jugar el partido más importante de su carrera. El madridista tiene la posibilidad de ganar la Champions y el Mundial el mismo año.

Para Alemania, el título significaría la culminación de un proceso que se alarga desde hace una década, cuando Jürgen Klinsmann y Joachim Löw decidieron cambiar el modelo de juego, basado en el físico y la disciplina, que había tenido mucho éxito en el pasado pero que empezaba a perder vigencia. Löw asumió el mando de la selección en el Mundial de 2006 y terminó de transformarla en un equipo de juego atractivo, pero que siempre chocaba con la hegemonía de España. Ahora que los actuales campeones han perdido su ciclo, llega la gran oportunidad de los teutones, que, de todos modos, no se pueden fiar. El histórico 1 a 7 contra Brasil los convierte, por fuerza, en favoritos para levantar la Copa del Mundo.

Argentina, en cambio, vive un regreso a la élite. Han pasado veinte y cuatro años desde la última final que disputó, en Italia y contra el mismo rival. En aquella ocasión perdió (1-0), pero cuatro años antes se había impuesto en la final de México (2-3). Así pues, es la tercera vez que Alemania y Argentina se enfrentan en el último partido de una Copa del Mundo, el emparejamiento más repetido de la historia. El resultado supondrá el desempate particular entre los dos equipos. En el palmarés, Alemania suma tres títulos en siete finales disputadas. La del 2014 es la octava, con lo que deja atrás a Brasil, también con siete. Argentina suma dos campeonatos en tres presencias.

El planteamiento de Löw pasa por llevar la iniciativa. Sabe que Argentina no lo hará y que no dejará los espacios que Brasil le regaló en la semifinal. La partida de ajedrez en el centro del campo puede ser la clave, y los centrocampistas germanos han demostrado que son los más determinantes de este Mundial. Messi y Löw. La lucha de una figura contra un estilo. Y la final de Maracaná elevará a uno de los dos en el Olimpo del fútbol.