Las tres finales que hacen a Messi dejar la selección argentina

No hay consuelo alguno para Leo Messi. El mejor jugador del mundo volvió a sufrir en sus carnes la injusticia del balompié. Destrozado, desloado y derramando ya lágrimas sobre el terreno de juego, el rosarino acabó abatido en el vestuario, tal y como confirmó su gran amigo "Kun" Agüero. No era para menos. Leo lo ha intentado de todas las maneras en los últimos dos años para devolverle la felicidad a su país, pero no ha podido ser.

Son ya tres grandes finales en las que Argentina cae con el liderazgo del crack del Barça sobre el terreno de juego. Tres partidos igual de crueles, donde la albiceleste mereció volver a reverdecer viejos triunfos y acabó tragando nuevas decepciones.

Alemania-Argentina 2014: Gotze evita la gesta

La primera de las pesadillas argentina fue en el Mundial de Brasil 2014. Después de cuajar un grandísimo campeonato y tras plantarse en la final ante Alemania, lo peor llegó en forma de gol en la prórroga. Los de Sabella lo habían intentado todo con un Leo que dirigió a los suyos en la primera mitad. Allí tuvieron el gol de la victoria que Higuaín erraba ante Neuer.

Por eso, y después de que Alemania le plantase en el segundo tiempo un marcaje de dos hombres al diez, Argentina se fue sin marcar un solo gol. Un tanto que sólo vino en la prórroga, después de que Mario Gotze aprovechase un balón dentro del área. Fue la primera gran decepción de una generación de jugadores que no se merecen irse de vacío con su combinado nacional.

Chile-Argentina 2015: La impotencia de los penaltis

Argentina llegaba a la Copa América 2015 disputada en Chile con aires renovados. Mucho más madura y mejorando su juego, la albiceleste se plantó en la final de Santiago siendo y demostrando lo gran favorita que era. Un favoritismo que murió ante el césped con una muy fea Chile. Faltas y jugadas polémicas acompañaron un partido que acabó en tablas.

Messi acababa agredido en varias ocasiones y el diez tuvo que ver como los penaltis le robaban el sueño a los suyos. Varios sectores de la afición lo pagaron con él y los suyos. A pesar de estar realmente abatidos, los suyos se conjuraron para revertir la situación en el siguiente torneo

Chile-Argentina 2016: No hay redención para Leo

Otra vez una final, otra vez un árbitro desastroso, otro fallo de Higuaín y una nueva tanda de penaltis para el olvido. Parece que en esta última final se le haya juntado todo lo peor de las otras dos a una Argentina que rompía en llanto tras haber sido, sin duda alguna, la mejor selección del campeonato.
El sueño volvía estar al alcance de las manos pero se desvanecía. Además, en esta ocasión era el mejor jugador del mundo el que fallaba uno de los penaltis. Y Leo no entendía absolutamente nada. Se cumplía el ciclo de dos años increíbles que dejaban a toda una generación de grandes futbolistas sin su merecido premio. Y a Leo Messi, el mejor jugador que ha dado y dará ese país en mucho tiempo, sin la corona que tanto merece.