Messi genera más de la mitad de los goles del Barça en LaLiga

El FC Barcelona ha vivido la temporada 2019-20 entre altibajos, y en ellos se ha colado Leo Messi. El equipo se ha perdido entre desgaste, mala planificación y bajo rendimiento, y eso, sumado a la inestabilidad del club, también ha pasado factura al capitán. Eso sí, pese a que los críticos se frotan las manos pronosticando un declive que nunca acaba de llegar, es difícil discutir que el '10' sigue siendo el mejor jugador del mundo.

En lo que va de curso, al atacante se le ha notado demasiado la falta de frescura, pero aun así ha sido vital marcando diferencias. El temor de aficionados expertos se disparó cuando se lesionó en los primeros compromisos de la campaña y tuvo que invertir unos meses en trabajar pacientemente para poder saltar al césped sin temor a una recaída. Cuando sufre alguna molestia, muchos se llevan las manos a la cabeza.

La huella del argentino se ha dejado notar, y entre otros logros, ha generado más de la mitad de los goles de los azulgrana en LaLiga. En las 36 jornadas que se han disputado hasta la fecha, el segundo clasificado del campeonato ha anotado 80 dianas, y de ellas 42, el 52,5% del total, llevan su firma. Sin estar al 100% ha aportado 22 tantos y ha establecido un récord personal y de la competición regalando también 22 asistencias.

Incluso en el periodo posterior al confinamiento, en el que se ha criticado su falta de puntería, ha sabido reconvertirse. Si bien es cierto que su producción anotadora se ha reducido notablemente, y se ha quedado en apenas tres goles en nueve compromisos, también lo es que se ha acentuado su faceta de director de orquesta, y en estos mismos encuentros ha alimentado a sus compañeros con hasta nueve pases definitivos.

El Barça necesita respaldar (y descargar) a Messi

El problema para el Barça es que Messi ha estado demasiado solo, ya que la planificación y la mala fortuna le han jugado en contra. Luis Suárez y Ousmane Dembélé han estado peleando contra sus lesiones, Antoine Griezmann contra su falta de adaptación y Ansu Fati apenas es un adolescente. Eso por no adentrarse en las dudas en la medular y la defensa, que tampoco lo han tenido fácil en la exigente batalla por los títulos.

Si los culés desean mantenerse en la élite, deben aprovechar a la leyenda viva que lidera su vestuario, y respaldarla y descargarla de responsabilidades para que a sus 33 años pueda estirar su talento lo máximo posible. De momento, los responsables deportivos están fracasando en esta misión, y habrá que ver si en pleno cambio de ciclo son capaces de reaccionar para lo que queda de Leo... Y lo que vendrá tras él.