Messi y Bartomeu se vieron el sábado pasado en casa del argentino para hablar

Leo Messi es el líder del FC Barcelona dentro del campo y tal y como demostró en la rueda de prensa previa a la final de Copa del Rey, también puede serlo fuera del césped. El argentino está preparado, con muchas ganas de jugar contra el Valencia y quiere levantar el título en el Benito Villamarín. Leo desea el doblete y hará todo lo que esté en su mano para lograrlo.

La rueda de prensa de este pasado viernes fue clave para saber el estado del de Rosario tras el desastre de Anfield en la Champions League. Al '10' se le vio con ganas de resarcirse y seguir ganando cosas con el Barça. Josep Maria Bartomeu también estaba preocupado por el estado de su estrella tras el fiasco europeo y por eso, tal y como informó Catalunya Ràdio, fue a verle el pasado sábado.

El presidente del conjunto barcelonista visitó al rosarino en su casa de Castelldefels para hablar con él tranquilamente y mantener una conversación sobre todo lo sucedido estas últimas semanas en el Barcelona. El tema de esta conversación y su duración no ha salido a la luz, pero todo apunta a que el máximo mandatario culé quería saber cómo estaban Leo y la plantilla tras la debacle del Liverpool.

Bartomeu, probablemente, estaba preocupado por si la plantilla se venía abajo y no llegaba a la final de Copa a su mejor nivel. Por eso, debió acudir al capitán y al mejor futbolista del Barça y del mundo. Messi sabe de primera mano el sentir del vestuario y sobre todo el suyo. El delantero jugará un papel fundamental en la final y el presidente probablemente necesitó saber cómo estaba.

Messi quiere dejar atrás lo del Liverpool

En rueda de prensa, el argentino hizo autocrítica y asumió el tremendo fracaso de los azulgranas en la vuelta contra el Liverpool. El '10' fue muy crítico con todos los jugadores, pero también quiso ser optimista y señalar que la Copa es un trofeo que puede valer un doblete. Messi parece haber pasado página y quiere centrarse solo en vencer al Valencia.

"Fue un golpe muy duro el que recibimos en la Champions y al vestuario le costó levantarse, se vio en el siguiente partido que nos tocó jugar. Fue durísimo, la verdad. Sí, fue duro. Y nada, esto es una final, es un título, tenemos la posibilidad de hacer un doblete, terminar bien dentro de lo que cabe el año y hay que ganar como todas las finales que jugamos", aseguró.