Segunda expulsión de Messi tras 824 partidos entre Argentina y el FC Barcelona

Leo Messi tan sólo ha sido expulsado en dos ocasiones a lo largo de su carrera futbolística, y curiosamente las dos con Argentina. El '10' se marchó del terreno de juego a los pocos segundos de debutar con la absoluta frente a Hungría, hace ya 14 años; y este pasado sábado contra la selección de Chile, después de un encontronazo con Gary Medel.

Ambas expulsiones fueron desproporcionadas para un Messi que, si por algo se ha caracterizado en todos estos años, ha sido por su 'fair-play' y por haber sabido encajar lo mejor posible todas las patadas, codazos, manotazos, golpes, provocaciones y también insultos que ha recibido por parte de los rivales, día sí y día también.

La expulsión frente a Chile representó la segunda en la carrera de Leo Messi, después de 824 partidos jugados entre la albiceleste y el FC Barcelona. Con el conjunto culé jamás ha tenido que abandonar el terreno de juego antes de tiempo por roja o doble amonestación, lo que deja claro que al '10' le suelen respetar más con la elástica azulgrana que con la de su país.

Mario Díaz de Vivar fue el árbitro que le expulsó en las últimas horas, y dada la repercusión que ha adquirido el caso, habrá que ver si el colegiado paraguayo sigue arbitrando con frecuencia en los próximos partidos organizados por la Conmebol.

Messi no soporta las injusticias arbitrales

Messi no es de provocar, y tampoco es un jugador que suela reaccionar de forma violenta a todo lo que tiene que aguantar sobre el césped. Pero es humano y, como es natural, cuando cree que está sufriendo injusticias reiteradas su sangre caliente sale a relucir. Como mucho, el encontronazo con Gary Medel de este sábado debería haberse solucionado con tarjeta amarilla.

No fue así, y la expulsión provocó una reacción muy dura por parte del futbolista argentino ante los medios de comunicación, cosa que le podría valer una sanción con Argentina. En definitiva, un conjunto de despropósitos que se han dado a raíz del mal arbitraje y, quizás, de la falta de respeto hacia un Leo Messi que, después de todo lo que ha hecho en el fútbol internacional, se lo merece.