El vestuario del FC Barcelona apoya a Valverde a pesar de los rumores

La dolorosa derrota sufrida este jueves contra el Atlético de Madrid (2-3) ha levantado una polvareda de rumores en torno al futuro de Ernesto Valverde, algunos de los cuáles hablan incluso de su posible destitución antes de que termine la temporada 2019-20. Guillermo Amor ya cortó de raíz las especulaciones justo después del partido, al asegurar que "no hay nada" en relación a la hipotética marcha del 'Txingurri'.

Paralelamente, parece que el vestuario del FC Barcelona también guarda la calma. Las declaraciones de Griezmann, Messi y Luis Suárez fueron en la misma línea a la hora de asegurar que lo que necesita ahora el equipo es "máxima unión", con el objetivo de solucionar los puntos flacos y mejorar de cara a los próximos partidos. En ningún momento, sin embargo, se valoró la supuesta salida del entrenador.

Leo Messi y Luis Suárez, de hecho, apoyaron públicamente a Valverde y expresaron su deseo de que siga, pese a ser conscientes de todos los rumores que aparecen cuando el rumbo del equipo no es el correcto. En cualquier caso, el resto de pesos pesados de la plantilla mantienen su confianza en el técnico extremeño, y están dispuestos a ayudar en todo lo posible para regresar a la senda del éxito.

Existe cierta autocrítica en el vestuario del Barça, puesto que los jugadores son conscientes de sus errores y de todo lo que hay que mejorar, sin achacar ni mucho menos la mayor parte de culpa al entrenador. Ernesto Valverde es un mero canalizador de ideas y los jugadores son quienes tienen que interiorizarlas y plasmarlas en los partidos, pero en las últimas semanas no lo están logrando.

Un cambio de entrenador, movimiento arriesgado

Dejando de lado la preparación física del equipo, las limitaciones tácticas y la fragilidad defensiva, entre otros muchos aspectos que dependen del entrenador, parece que los jugadores confían en Ernesto Valverde para que, al menos, termine la presente campaña 2019-20. Un cambio en el banquillo a mitad de temporada podría ser un revulsivo, sí, o por el contrario podría acabar de hundir las esperanzas culés en este curso.

Y es que de cada cambio suele derivar un periodo de adaptación, y sería extraño que llegase un entrenador nuevo -sea quien sea- y que, de golpe y porrazo, el Barcelona empezase a ganar todos sus partidos por goleada. De momento, todo parece indicar que la tormenta ocasionada por la eliminación en la Supercopa no se llevará a Valverde por el camino. Veremos si las próximas semanas nos deparan un cielo claro y soleado o, por el contrario, más nubarrones.