Esperpento arbitral en Mestalla: Las jugadas que no entendieron Barça y Valencia

FC Barcelona y Valencia se encontraron de nuevo en LaLiga, y esta vez los blanquinegros volvieron a derribar al campeón. Tras un primer tiempo con los visitantes sufriendo en Mestalla y un Marc-André ter Stegen estelar, el equipo de casa amarró una ventaja merecida, con dos acciones de Maxi Gómez que certificaron tres puntos para los de Albert Celades. Aunque su ventaja fue clara, hubo numerosas protestas.

La actuación arbitral dejó insatisfechos a ambos conjuntos, aunque por fortuna no influyó demasiado en el resultado final. Los análisis y valoraciones de Gil Manzano y sus asistentes provocaron muchas dudas, y ni siquiera la intervención de la tecnología aportó algo de claridad. Aficionados y expertos tratan de estar al día con una normativa que en ocasiones se desvía por caminos totalmente inexplicables.

Más allá de un penalti claro de Gerard Piqué sobre José Luis Gayà, con una tarjeta amarilla bien sacada, los 'che' montaron en cólera por una acción por la que el extremeño llegó incluso a pedir perdón. Al filo del descanso, Samuel Umtiti cometió una falta evidente, y aunque el trencilla amagó con dejar la ley de la ventaja, hizo sonar su silbato y cortó un ataque prometedor. Al instante se arrepintió de su decisión, y juntó las manos para pedir disculpas a los futbolistas que le rodearon, consciente de que había marcado la infracción y ya no podía corregir su equivocación.

Otra jugada que nadie entiende a balón parado

Pero el mayor problema fue una jugada en la que ha cambiado la normativa, y que todavía no entienden Barça y Valencia. Con el 2-0 ya en el marcador, un gol de Gabriel Paulista fue anulado tras anotar en un saque de esquina, porque los colegiados consideraron que había falta previa sobre Sergio Busquets. Se revisó la repetición y se validó la consideración de Gil Manzano, aunque hubo unos segundos de desconcierto hasta que se reanudó el juego. 

Incluso el propio árbitro tuvo que consultar lo que tocaba hacer, y acabó devolviendo el córner a favor de los locales. No es la primera vez que sucede, pero los futbolistas y los técnicos no tienen claro porqué ya no se juzgan los incidentes cuando el balón no está en movimiento. Si hubiera agresiones sobre un lanzador o insultos antes de hacer rodar el esférico, ¿tampoco se penalizarían? A día de hoy, parece que tanto las faltas en ataque como los posibles penaltis quedan aplazados si estas circunstancias entran como atenuante.

"Lo que no entendemos es que pida repetir el saque de esquina. Si anula el gol, que pite falta. Nos gustaría que nos lo expliquen y la jugada no queda ahí", reclamó Gayà tras el encuentro, y su entrenador, Albert Celades, también se pronunció en la misma línea: "Nos quedan dudas sobre cosas. No estaría mal recibir explicaciones que nos hagan entender situaciones en las que no estamos de acuerdo o nos cuestan entender".