#Respect, Barça: Nos merecemos un equipo con alma y pasión, no esto

Cuando uno tiene interés y ganas, pueden pasar muchas cosas antes del resultado final. Lo que importa no es el resultado en sí, que también, sino el saber que lo has dado todo y que a veces las cosas te pueden salir bien y otras no tanto. Lo único que no puede faltar es el espíritu, el alma y la pasión. En esa diferencia radica el término de genio a muy bueno, de trabajador incansable a persona exitosa, de futbolista del montón a ser una referencia.

El neo barcelonismo está bien formado pero mal acostumbrado, sus bases son las buenas, las que fundó Guardiola. Presión constante, entender el juego colectivo como esfuerzos individuales, repliegue defensivo, juego de combinación y efectividad en el gol. Con un equipo que tiene ganas, hace caso y bien dirigido es más plausible que se logren resultados. Si además le sumas talento, se encuentra la fórmula que se obtuvo, el sextete, ganar TODOS los títulos.

El problema es cuando esperas eso pero ya no lo tienes. He aquí donde hay que resolver la X en la ecuación. No es el momento de dar números; puntos conseguidos, goles marcados, ocasiones generadas, % de posesión... ni excusas; no es la plantilla que el técnico quería, no le trajeron fichajes, no se hizo la limpieza que se necesitaba... Lo que vale es el ahora, con la plantilla actual se ha de entrenar bien y jugar mejor para poder competir por todos los títulos, todo ello con base a la premisa anterior, el esfuerzo y la actitud.

Lo que se vio el sábado es para reflexionar. Ni están tan mal ahora ni eran tan buenos los primeros partidos. Desde Koeman hasta el novel Pedri, pasando por las 'vacas sagradas', cada uno ha de hacer examen de conciencia y ver qué puede aportar para mejorar la situación actual. Quizá es el momento de sentar a Messi, Griezmann o cualquier otro 'crack' que no esté rindiendo o motivado para jugar cada tres días.

Koeman lo dijo claro: el que no se esfuerce o no quiera estar, ya sabe lo que le toca. Si quiere comerse los turrones y seguir con el nuevo presidente, es el momento de mostrar carácter y manejar la situación de forma correcta, ha de ser fiel a su idea y cumplirla.

En el partido frente al equipo de Simeone se vieron todas las carencias, toda la falta de ganas y la poca ilusión de una plantilla que juega por inercia sin creerse realmente que puede ganar ni sumar puntos en los partidos. Ver a jugadores arrastrarse por el campo, sin presionar ni esforzarse e irse a la ducha sin sudar unas gotas, no se puede aceptar.

Con 11 de 24 puntos posibles, décimo en la clasificación, con Leo Messi desparecido, con el líder de la defensa lesionado para mínimo cuatro meses, Piqué, con la joven perla en el dique seco, Ansu Fati y sin el capitán del navío al timón por otra lesión, Sergio Busquets, el desafío es interesante. Ahora Koeman ha de mostrar si tiene mimbres de entrenador y demostrar que es capaz de estar en un vestuario tan difícil como el azulgrana.

 Lo de la rueda de prensa post-partido no tiene palabras

Cuando se pierde de la forma que se pierde, el primero que ha de aparecer antes los micrófonos ha de ser el capitán. Cuando este no aparece (se ha de replantear si ha de continuar con el brazalete) ha de ir el segundo, sino el tercero... de los 15 jugadores que disputaron al menos unos minutos en el partido, el que dio la cara fue Pedri, recién llegado y con 17 años. ¿Dónde estaban Jordi Alba, Lenglet, De Jong y Messi? ¿Por qué no hay nadie en el club que les diga a estos chicos dónde están y lo que su estatus dentro del vestuario les marca a la hora de actuar?