¿Puede arrepentirse el Barça del gol que perdonó Dembélé?

Como ya nos podíamos oler durante las últimas semanas, Ernesto Valverde incluyó a Philippe Coutinho en la alineación de la ida de las semifinales de la Champions League contra el Liverpool. El brasileño había jugado bien los últimos partidos y le comió la tostada a Ousmane Dembélé, que todavía no acababa de recuperar su mejor versión tras su lesión.

En el tiempo de descuento, el extremo francés saltó al terreno de juego sustituyendo a Luis Suárez y, en apenas tres minutos, fue capaz de lo mejor y de lo peor. Una jugada suya por el flanco derecho estuvo cerca de convertirse en el 4-0, pero su disparo se marchó por encima del marco defendido por Alisson.

Pero no fue hasta el último suspiro del encuentro en el que se pudo ver una acción que convirtió el holgado 3-0 en un resultado corto viendo la ocasión fallada. El francés tomó el balón en su propio campo e hizo una carrera en velocidad en la que dejó claro que es uno de los jugadores que mejor funciona en espacios del planeta.

Dembélé progresó a toda velocidad y entregó el balón a Leo Messi, que se desmarcaba por la izquierda. El argentino le devolvió el balón en el corazón del área, donde se encontraban Gerard Piqué y el propio Dembélé. El galo remató con todo a su favor y Alisson totalmente vendido... pero le salió un disparo mordido y desperdició otra ocasión de oro para rubricar el 4-0.

En una sola jugada se pudieron ver sus dos caras. La mejor y la peor. La del jugador letal al contragolpe que puede dar mucho juego si entra en el once de Anfield y la de un futbolista al que le pudo el ansia y que, con todo el tiempo del mundo, no fue capaz de enfocar su disparo, en el que no tenía oposición.

Dembélé, un revulsivo necesario

Ousmane Dembélé entró en el terreno de juego en el minuto 93, pero el partido pedía su ingreso en el campo mucho antes. El duelo se convirtió en un corre-calles, una situación en la que el galo se mueve como pez en el agua. En Anfield puede disponer de una nueva oportunidad para enseñarle a Europa el futuro que tiene por delante.