Philippe Coutinho sigue sin despegar y sin encontrar su sitio

Philippe Coutinho vive probablemente la situación más difícil desde que llegó al FC Barcelona hace poco más de un año. El astro brasileño ha visto como, tras su lesión, Ousmane Dembélé explotaba ofreciendo goles y un gran nivel y dejándole a él sin sitio en el once. En los últimos partidos, el ex del Liverpool ha sido un habitual del banquillo.

Ante el Getafe, volvió a ser suplente por tercer partido consecutivo, viendo como Dembélé sigue en un estado de forma idílico que complica mucho el hecho de recuperar el puesto. Incluso jugadores como Arthur o Arturo Vidal, a los que podría sustituir en la medular, están rindiendo muy bien, haciendo casi imposible la reconversión del brasileño.

Actualmente, el puesto de Coutinho es el de revulsivo y últimamente ni siquiera cuando entra desde el banquillo es capaz de poner en apuros la titularidad de sus compañeros. La cruda verdad es que, en estos momentos, el fichaje más caro de la historia del FC Barcelona no tiene sitio en el equipo ni en el centro del campo ni en la delantera.

En enero de 2018, la inversión del club catalán ascendió hasta los 120 millones de euros fijos que fácilmente se transformarán en un total de 160 sumando las cantidades variables. Una losa pesada de soportar pero a la que el brasileño debe hacer frente. Coutinho tiene un talento increíble y solamente le hace falta ganar en confianza para asaltar la titularidad.

De hecho, lo demostró nada más llegar el pasado año. en apenas un mes después de su llegada, Coutinho ya era titular indiscutible dentro del esquema de Ernesto Valverde. Se adaptó muy fácilmente al sistema de juego y a sus compañeros, pero tal vez la irrupción de Dembélé y el cambio al 4-3-3 han perjudicado su progresión, que en estos momentos se encuentra estancada.

Coutinho debe superar las adversidades

Philippe Coutinho se demostró a si mismo que puede ser titular y decisivo en el FC Barcelona. Tampoco Ernesto Valverde es un técnico enrocado en sus ideas y sino que se lo digan a Dembélé, que pasó del ostracismo a la titularidad cuando encadenó unos cuantos partidos buenos. La situación del brasileño puede cambiar de un momento a otro, pero para ello debe aprovechar las oportunidades que se le dan.