"El sueño se ha terminado, pero ha durado más de lo que pensé"

En el derbi contra el Espanyol del jueves el Camp Nou le rendirá un cálido homenaje, pero Javier Mascherano ya ha dado este miércoles su última rueda de prensa como jugador del FC Barcelona. Ha sido una celebración llena de emociones, sonrisas y tambien alguna lágrima, pero el futbolista se marcha bien arropado por los que han remado junto a él durante todos estos años. 

A ellos precisamente ha querido recordar en una de sus primeras intervenciones, en la que ha agradecido todo lo vivido en el conjunto azulgrana: "Me siento un privilegiado. El cariño de la gente que ha compartido conmigo estos años es muy bueno. El afortunado soy yo. El sueño se ha terminado, pero ha durado mucho más de lo que hubiera pensado. Toca decir adiós".

"Venía pensando en este final y llegó el momento. Siempre he dicho que lo más difícil de estar aquí era que un día te tenías que ir. Va con los sentimientos que uno tiene. El paso del tiempo ha sido un indicador, la pérdida de protagonismo... Antes de poner en un compromiso al club y no terminar bien traté de buscar una solución para que todos acabáramos satisfechos", ha explicado sobre su decisión.

"Siempre he dicho que lo más difícil de jugar en el Barça es que un día te tienes que ir"

Uno de los aspectos que ha comentado es la gran competencia que existe en el equipo, uno de los puntos fuertes del Barça: "Tenemos el mejor mediocentro del mundo (Busquets) y era difícil tener un sitio ahí. El Barça necesita una plantilla y jugadores que amenacen a los titulares. Durante estos años se ha incrementado esta competencia. Da gusto ver cómo entrenan los chicos que menos opciones tienen".

Y ha continuado agradeciendo que se haya entendido y respetado su voluntad: "Cuando uno crece cada vez se va poniendo más de la parte del entrenador. Agradezco mucho a Ernesto porque comprendió mi situación y mis sentimientos. Vi que no era el jugador que era, que no podía revertir la situación y que el nivel de la posición de central estaba muy alto. Me he quedado hasta el último día que habíamos pactado. Ellos querían que siguiera, pero tenía que ser un poco egoísta, pensar en mí e intentar no perjudicar a nadie".

Entre las fortalezas del club, también ha querido señalar a sus compañeros. "El vestuario fue el secreto de todos estos años. Cuando llegué pensé que me iba a encontrar con un grupo difícil porque había grandes jugadores y porque se había ganado mucho. Pero todo lo contrario. Me encontré con un grupo humano espectacular que ha sido la clave de los éxitos. Puyi, Xavi y Víctor marcaron el camino al principio. Luego el mando fue cambiando, pero se mantuvo en la misma senda", ha reconocido.

Relevo asegurado

Repasando una de las mejores jugadas que vivió en su carrera como futbolista culé, aquel apurado robo a Niklas Bendtner en la eliminatoria de Champions contra el Arsenal, Mascherano ha admitido que le marcó: "Siempre he dicho que esa jugada marcó un antes y un después. Las cosas no habían sido fáciles para mí y ese momento me dio la confianza para seguir aportando cosas al equipo. Hay momentos en la vida que marcan".

Pese a todo, no quiere quedarse sólo con un momento: "Me quedo con el día a día, de poder disfrutar de momentos únicos. He tenido la oportunidad de jugar con los mejores jugadores del mundo. Me han simplificado las cosas y me han hecho subir el nivel". Y también ha señalado entre risas que debido a la insistencia de sus compañeros se planteará ser entrenador cuando cuelgue las botas.

Por último, ha vuelto a agradecer lo vivido y ha apuntado a su relevo en la capitanía. "Tanto tiempo en un lugar como este desgasta muchísimo. A veces es mejor hacer un reset y arrancar de nuevo. Acabar mi carrera en el fútbol de élite en el Barça es un privilegio. Nunca he tenido la prioridad de querer ser un ejemplo. El afortunado en todos estos años fui yo. Jamás me imaginé poder permanecer tanto tiempo en el Barça", ha manifestado, antes de cerrar diciendo que "El capitán lo votarán los chicos, Piqué podría ser perfectamente el capitán por su ascendencia en el vestuario y estos años no ha necesitado el brazalete para serlo".