El arrepentimiento de Isco: Dejó pasar dos veces el tren del Barça

Como ha ocurrido ya en varias ocasiones desde que en 2013 aterrizara en el Santiago Bernabéu, Isco vuelve a estar en problemas en el Real Madrid. Su etapa en la capital se ha visto afectada por una auténtica montaña rusa de sensaciones, y si en un momento llegó a estar muy arriba, ahora está tocando fondo.

Pese a que la llegada de un entrenador afín como Julen Lopetegui y el adiós de Cristiano Ronaldo le abrían la puerta a convertirse en un referente de la plantilla, la realidad ha sido mucho más dura, ya que el equipo no arrancó a tiempo, el técnico acabó en la calle, y una inoportuna apendicitis le hizo volver antes de tiempo a la casilla de salida.

Para cuando volvió, el de Benalmádena estaba en baja forma, algo que dio paso a un conflicto con Santiago Solari. Al futbolista le entraron las prisas, el preparador interino le exigió más de lo que estaba dando y la discusión ha acabado con el centrocampista apartado y sin apenas oportunidades en el equipo.

Isco cedió a la tentación del Real Madrid

Es ahora cuando vuelven a aparecer los análisis ventajistas y los recuerdos de lo que pudo haber sido, que resucitan el posible fichaje del malagueño por el FC Barcelona. Su decisión de ceder a la tentación del Real Madrid no le ha ido mal en lo relativo a palmarés, pero lo cierto es que no son pocos los que siguen pensando que sus cualidades futbolísticas encajarían como anillo al dedo con la filosofía que se practica en el Camp Nou.

A Isco muchos le consideran el relevo natural de Andrés Iniesta, ya que pudo serlo en 2013 y también hace apenas unos meses. Apostó primero por una incorporación a la entidad blanca cuando los azulgrana le pidieron paciencia, y también le pudieron los nervios hace poco más de un año, cuando optó por renovar un contrato que le hubiera dejado libre para elegir destino.

Ahora, los culés que están algo desencantados con el andaluz, al que sólo recuperarían si llegara por una cifra asequible, algo que Florentino Pérez evitará a toda costa. Si hay algo que el presidente no soporta es que el máximo rival le supere en cuestiones de mercado, por lo que, al menos hasta 2022, al joven no le queda más remedio que luchar con sus propias armas para volver a brillar en el Bernabéu.