Así reaccionó Sergio Ramos tras el 0-3 del Barça en el Bernabéu

Fruto de la desesperación al ver que el FC Barcelona estaba despedazando al Real Madrid a falta de alrededor de 20 minutos para el final, Sergio Ramos lanzó un grito a sus compañeros justo después de que Luis Suárez transformara el penalti del 0-3 en el Santiago Bernabéu. El de Camas, que ya ha sufrido serias goleadas a manos del Barça a lo largo de su carrera, no quería que la de este miércoles fuese una noche 'negra'.

Y por ese motivo, después de que Luis Suárez anotara su diana al estilo 'Panenka', Sergio Ramos pidió más concentración y actitud a sus compañeros, a fin de evitar una goleada mayor de la que estaban sufriendo en esos momentos. "¡Vamos, que nos meten seis...!", gritó el capitán del Real Madrid, en una petición desesperada para que el Real Madrid, que estaba en 'shock', reaccionara.

Podría decirse que en parte tuvo su efecto, dado que el FC Barcelona ya no marcó más goles y dejó el 0-3 estático hasta que el colegiado, Sánchez Martínez, decretó el final del encuentro. Eso sí, cierto es también que el conjunto azulgrana no apretó demasiado el acelerador en los instantes finales, al ser consciente de que ya tenía en el bolsillo el billete para la final del 25 de mayo en el Benito Villamarín.

El FC Barcelona aflojó el ritmo en los últimos minutos, y eso seguro que lo agradecieron con creces Sergio Ramos y sus compañeros, sabedores de que una sonora goleada en el Santiago Bernabéu habría caldeado todavía más los ánimos de la afición merengue, ya muy decepcionada con el devenir del equipo en la presente temporada 2018-19.

Impotencia del Real Madrid y paso firme del Barça

La frase de Sergio Ramos, en cualquier caso, deja clara la impotencia de un Real Madrid que, aunque llegó a poner contra las cuerdas al FC Barcelona en jugadas puntuales, pagó muy cara su falta de efectividad contra la portería de Ter Stegen. El Barça, que había pecado de falta de puntería hacía unas semanas, volvió a aprovechar su potencial ofensivo y sacó jugo a cada una de sus oportunidades de gol.

La efectividad goleadora de los culés se tradujo en una mini-goleada que sirve para que el Barcelona se guarde su primera final del curso en la recámara, y pueda concentrarse a partir de ahora en dejarse la piel en la Champions League, teniendo en cuenta que también tiene muy controlado su liderato en LaLiga Santander, 7 puntos por delante del Atlético y 9 del Real Madrid. Normal que Sergio Ramos clame al cielo. El Barça está de dulce.