La gala del Balón de Oro 2025 se celebra este lunes en el Théâtre du Châtelet de París y todo apunta a un escenario inédito. El poder de nominaciones del PSG, lejos de ser una ventaja, amenaza con convertirse en su gran debilidad frente a la concentración de apoyos azulgrana.
El sistema de votación del Balón de Oro —con 100 periodistas de los primeros 100 países del ranking FIFA— ha dejado al descubierto un fenómeno singular que podría marcar la edición de este año.
Pese a contar con nueve jugadores nominados, el Paris Saint-Germain se enfrenta a una posible “tragedia de los comunes electorales” que dispersa sus apoyos, mientras el Fútbol Club Barcelona concentra la mayoría de votos en su gran joya: Lamine Yamal.
Cómo funciona el sistema de votación del Balón de Oro
Los 100 periodistas seleccionados deben emitir 10 votos jerárquicos con un sistema de puntos: 15 unidades para el primero, 12 para el segundo, 10 para el tercero, y así sucesivamente hasta otorgar un punto al décimo. El ganador es el jugador que más puntos acumula tras el cómputo global.
Cada uno de los periodistas elegidos debe emitir 10 votos que reparte puntos: 15 unidades para el 1°, 12 para el 2°, 10 para el 3°, 8 para el 4°, 7 para el 5°, 5 para el 6°, 4 para el 7°, 3 para el 8°, 2 para el 9° y 1 para el 10°.
France Football, organizadora del galardón, recuerda que los criterios principales de las votaciones son:
- Rendimiento individual
- Logros colectivos
- Juego limpio.
Un equilibrio que suele premiar tanto la regularidad como la capacidad de liderazgo dentro de un equipo.
La paradoja del PSG: nueve nominados, menos opciones reales
El club parisino ha logrado colocar hasta nueve futbolistas entre los candidatos al Balón de Oro: Ousmane Dembélé, Khvicha Kvaratskhelia, Achraf Hakimi, Gianluigi Donnarumma, Désiré Doué, Nuno Mendes, João Neves, Vitinha y Fabián Ruiz.
Sin embargo, esta aparente fortaleza supone un problema estratégico: cada periodista reparte sus votos entre compatriotas o jugadores de afinidad cultural, diluyendo así la fuerza individual de cada candidato.
Por ejemplo, un periodista francés puede repartir puntos entre Dembélé y Doué, mientras que un portugués los dividirá entre Vitinha, Neves y Mendes. El resultado es un caudal de votos importante para el PSG en su conjunto, pero insuficiente para que un jugador supere la barrera necesaria de apoyos concentrados.
Dispersión del voto:
El caso Barça: concentración total en Lamine Yamal
En contraste, el FC Barcelona llega con menos nominados, pero con un fenómeno claro: la concentración de apoyos en Lamine Yamal. El joven delantero, gran revelación de la temporada, acapara la mayoría de votos procedentes de España y de buena parte de Europa, gracias a su impacto mediático y deportivo.
En una simulación realizada con el patrón de afinidades culturales, Yamal recibiría hasta un 65% de los votos pro-Barcelona, lo que se traduce en aproximadamente 260 puntos. Una cifra superior a la del mejor posicionado del PSG, que apenas alcanzaría los 150.
La “tragedia electoral” del PSG
El concepto recuerda a la “tragedia de los comunes”: al haber demasiados jugadores nominados del mismo club, los apoyos se canibalizan. Así, aunque el PSG podría reunir unos 600 puntos globales entre todos sus futbolistas, ninguno lograría superar individualmente al líder azulgrana.
"Por el contrario, la concentración de votos convierte a Lamine Yamal en un rival casi imbatible"
En términos matemáticos: el PSG reparte un promedio de 67 votos por jugador, mientras que Yamal podría superar por sí solo los 260, una diferencia de más de 100 unidades respecto a su perseguidor parisino.
Un desenlace que favorece al Barça
La paradoja es clara: cuantos más nominados tiene el PSG, más difícil resulta que uno de ellos se corone como el mejor jugador del mundo. Mientras tanto, el Barça concentra toda la esperanza en un único jugador llamado a marcar época. Lamine Yamal no solo se beneficia del apoyo de la prensa española, sino también de un creciente reconocimiento internacional.
De confirmarse esta tendencia, la gala de París podría vivir una noche histórica para el barcelonismo, con un triunfo que reforzaría la proyección global de su gran estrella y consolidaría la estrategia del club catalán en su proceso de renovación generacional.
Este lunes 22 de septiembre, París volverá a ser el centro del mundo futbolístico. Y allí podría confirmarse que, pese a la avalancha de nominados del PSG, la concentración en Lamine Yamal podría convertir al Barça en el gran favorito.
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