El espectáculo que prometía el Juve-Bayern antes de jugarse el partido fue, exactamente, lo que se pudo ver sobre el Juventus Stadium. Italianos y alemanes mostraron sus armas en las dos partes del partido, una para cada uno. La primera fue para un Bayern de Munich que dominó la pelota y la monopolizó, llegando a momentos con 80% de posesión. Gracias a esto llegó el tanto de Thomas Muller que aprovechó un rechace de Barzagli para poner por delante a los suyos.

Antes, la tuvieron primero Mandzukic y posteriormente Dybala para los "bianconeri". El primer tiempo terminaba con los alemanes muy superiores a su rival, enseñando músculo y mostrando sus credenciales para luchar por esta Champions. El comienzo del segundo tiempo siguió los pasos del anterior, con el Bayern atacando y un gol de Arjen Robben, curiosamente, a la contra. Pero tras el gol los de Pep desparecieron.

Y en ese momento comenzaron a crecer los locales que, espoliados por su público, decidieron que las cosas no se acababan aquí. Entró Álvaro Morata en el terreno de juego y las cosas mejoraron ostensiblemente. Antes de que apareciese el español, sería Dybala quien se aprovechase de la lucha de Mandzukic para acortar distancias. Tras el tanto, el argentino se iba por el ex delantero del Madrid.

Morata llevaba la iniciativa, Mandzukic luchaba y Cuadrado y Sturaro entraban por las bandas con mucho peligro. Morata se aprovechaba de un centro del antiguo atacante del Atlético de Madrid para poner un centro de cabeza al corazón del área donde Sturaro conseguía poner el empate en el marcador. Excelsa jugada la llevada a cabo por los atacantes juventinos. Tras el dos a dos, la Juve pudo incluso acabar ganando el encuentro pero Neuer salvó a los suyos en dos ocasiones. La vuelta decidirá, pero los de Guardiola lo tienen mucho más de cara que los de Allegri.