El Liverpool tenía que hacer lo imposible en la vuelta de las semifinales de Champions League contra el FC Barcelona. Para pasar a la gran final, los ingleses debían remontar el 3-0 de la ida en Anfield. Una gesta que parecía más un sueño que otra cosa, ya que los 'reds' ni siquiera iban a poder contar con su gran estrella, Mohammed Salah, ni con Roberto Firmino y Naby Keita.

Casi nadie en el mundo del fútbol creía en el Liverpool, pero los 'reds' siempre creen en ellos y lo demostraron desde el primer minuto. Su público también confió en la remontada y jaleó a los suyos desde antes del pitido inicial. Origi no tardó en marcar el primero de los cuatro goles que necesitaba su equipo y dejó claro que los de Klopp no se habían puesto las botas para pasar el rato.

A pesar del 1-0, el Barça no se vino abajo y de hecho tuvo varias ocasiones claras para irse al descanso con algún gol más. Solo Alisson Becker impidió a los azulgranas marcar algún tanto. El brasileño estuvo sensacional todo el choque, pero especialmente en la primera mitad, donde sacó hasta tres oportunidades claras de los culés.

La segunda parte fue una fiesta en Anfield y los goles de Wijnaldum y Origi culminaron una remontada que ya es historia del fútbol y de la Liga de Campeones. Pero sin el internacional por Brasil esa remontada jamás se hubiera dado. Alisson fue decisivo y demostró cuando más falta hacía porque el Liverpool decidió gastarse 73 millones de euros en el pasado mercado de fichajes para sacarle de Roma.

El brasileño se ha convertido desde ya en persona non-grata en Barcelona. Fue uno de los once héroes de la Roma en la remontada del curso pasado en el Olímpico, y lo ha vuelto a ser en Anfield con el Liverpool. El Barça va a tener pesadillas con él, con su barba y con sus paradas durante bastante tiempo. Los culés, probablemente esperen no volver a cruzarse con él en Europa nunca más.

Alisson, talismán para sus equipos

En el mundo del fútbol las casualidades existen, pero que un mismo portero repita dos años consecutivos gestas como las remontadas de la Roma y del Liverpool es algo a tener muy en cuenta. Alisson fue titular en ambos encuentros y en los dos fue clave con sus paradas. El guardameta tiene aún muchísimo que hacer en el mundo del fútbol, pero estos dos partidos probablemente terminen siendo dos de sus mejores recuerdos cuando decida retirarse.