El experimentado centrocampista turco del FC Barcelona, Arda Turan, tendrá un recibimiento más que hostil este próximo miércoles contra el Atlético de Madrid en la vuelta de los cuartos de final de UEFA Champions League 2015-16. La afición del Manzanares no le habría perdonado todavía su marcha este pasado verano, después de cuatro años vistiendo la camiseta rojiblanca, para reforzar a uno de los grandes contrincantes rojiblancos en España.

Arda Turan no pudo jugar en la primera vuelta de la Liga BBVA en el Vicente Calderón esta temporada porque, en el mes de septiembre de 2015, todavía estaba vigente la sanción de la FIFA al FC Barcelona que impedía jugar a los dos nuevos fichajes efectuados por el club ese mismo verano. Ahora, después de haberse medido ya a su ex equipo dos veces en el Camp Nou, el otomano tendrá la oportunidad de hacerlo en el Calderón y comprobar, por sí mismo, que el cariño que suscitó en las gradas rojiblancas ya ha desaparecido.

El hecho de que, en el día de la presentación con el Barça, besase el escudo azulgrana tampoco habría causado buena imagen en el Atlético de Madrid, dado que hasta hace poco era uno de los jugadores más queridos de la plantilla colchonera. Durante su etapa como rojiblanco, según "MD", llegó a decir que jamás jugaría en otro club de la Liga Española que no fuese el Atlético de Madrid, y ha incumplido su promesa, cosa que en la capital española no le perdonan y que servirá para que se lleve alguna que otra pitada de la hinchada local.

De nada servirá a partir de ahora que haya contribuido a llevar al Atlético hasta lo más alto, o que haya dejado en las arcas del Calderón el doble de dinero de lo que le costó al club colchonero ficharle procedente del Galatasaray. Sus ex compañeros y su ex entrenador, el "Cholo" Simeone, sí han tenido palabras de afecto hacia él en las últimas semanas, pero la afición no rojiblanca no se había olvidado todavía del desliz que causó su marcha. Si no se pone las pilas, además, tampoco se descarta que la propia afición del FC Barcelona también pueda silbarle de aquí a pocas semanas en el Camp Nou, donde no están demasiado contentos con sus últimas actuaciones.